La calidad de los candidatos presidenciales dejó mucho que desear. Su presencia espanta, su calidad intelectual aterroriza y su perverso ego terminará arrojándonos al infierno. A corto tiempo llegará el acabose de los ecuatorianos. Tendremos que armar nuestras destartaladas maletas, fugar desde nuestros propios hogares y emprender el destierro sin rumbo fijo. En el mejor de los casos, acompañaremos las caravanas de miseria que ya peregrinan por nuestros deprimidos pueblos. No tendremos oportunidad de arrepentirnos. No olvidemos que ‘guerra avisada no mata gente’, pero dejaremos a nuestros seres queridos completamente arruinados. Para colmo de males, la estupidez de los señores Guillermo Lasso y Yaku Pérez, se convertirá en el hacha del verdugo que cortará la cabeza del pueblo, dejando intacto el cuerpo de la víbora que morderá sin compasión a quien se le cruce en el camino.
Luis Vásquez