Otavalo batalla contra el racismo

Otavalo batalla contra el racismo
Otavalo batalla contra el racismo

Otavalo, La Hora
El 26 de junio del 2003, el Congreso Nacional declara Otavalo «Capital Intercultural del Ecuador». Lo hizo tomando como referencia los cambios sociales, policos, econicos e integracionistas registrados durante los timos as y que posibilitaron mejores niveles de convivencia entre el sector blanco-mestizo e indena.

La dinica social que experimenta Otavalo en la actualidad es el resultado de un proceso histico, donde las relaciones entre los mencionados grupos sociales fueron permanentes, aunque inicialmente antagicas, basadas en las relaciones de explotaci.

tas tuvieron como punto de origen a la conquista espala, cuya presencia se registren Otavalo en 1534, seg datos histicos, pasando por la oca colonial, donde se sometia los indios al trabajo en los obrajes, y la era Republicana, oca en la que todav subsist el concertaje que ataba a los indios al interior de las haciendas en calidad de servidumbre.

Fue con la eliminaci del concertaje, en 1918, con la posterior constituci legal de comunidades, en 1937, y con la reforma agraria (1960) cuando el indigenado adquiriun mayor nivel de independencia, aunque sus actividades todav giraban en torno a la agricultura y a la elaboraci de manufactura textil, para el autoconsumo y en menor cantidad para la venta.

Cambios decisivos

Para el sociogo Mario Conejo, alcalde de Otavalo, fueron esas relaciones que histicamente se gestaron en la localidad las que definieron diferentes niveles de convivencia social. «Siempre hubo interculturalidad, porque se dio una relaci entre dos culturas; lo que sucede es que antiguamente esas relaciones eran de subordinaci».

Conejo identifica a la oca en que las familias indenas empiezan a migrar del campo a la ciudad de Otavalo (1950) como el punto de partida que alterla dinica social en el cant y que definiotros niveles de interrelaci social. «Con el auge de la artesan (1980-90) en Otavalo se invirtieron las relaciones de trabajo, porque los indios pasaron de sirvientes a dues de empresas textiles que requern mano de obra blanco-mestiza. Adem, adquirieron vienes en la urbe y pasaron a ocupar un espacio que antes se les neg.

Esos cambios generaron una serie de reacciones sociales. Por ejemplo, en los 80 era com encontrar, en las paredes de las viviendas, grafitis como «Mata un indio y reclama un yoyo» o «500 as de resistencia indena». Seg Conejo, eran reacciones propias de una sociedad que no se adaptaba a los cambios y que no aceptaba ver a los indios con un estatus econico que en tiempos de la Colonia era impensable.

Llegaron a entenderse

El sociogo Marlon Ruiz sela que «cuando la sociedad experimenta cambios que alteran sus costumbres o formas de interpretar la realidad, surgen una serie de reacciones que son un stoma de que implitamente se producen cambios en la dinica colectiva».

Ade que en Otavalo las agresiones racistas pudieron ser una consecuencia de las nuevas relaciones de convivencia que se gestaban en la localidad.
Ruiz sostiene que fueron, precisamente, esas reacciones las que posibilitaron que tanto la sociedad mestiza como la indena lleguen a entenderse. «Todo cambio produce alteraciones, pero en definitiva son factores que sirven para visualizar las diferencias, reconocerlas y al final aceptarlas».

Mayor tolerancia

La realidad social de Otavalo corrobora la anterior afirmaci. En la actualidad las relaciones sociales entre indenas y mestizos no son aisladas; van desde el quehacer polico, hasta el econico y educativo. Por ello, ya no es novedad que una familia mestiza arriende un departamento en un edificio cuyos dues son indenas o que las dos culturas asistan a un mismo evento arttico.

Mario Conejo considera que fueron esos cambios, propios de la realidad local, los que permitieron a la actual administraci municipal impulsar procesos participativos, que posibiliten recoger las propuestas, tanto de indios como de mestizos, para definir el desarrollo del cant. «En la medida que nos conocemos y respetamos, puede haber mayor tolerancia y una buena relaci intercultural», afirma.

Interrelaciones >>
Varios indicadores de interculturalidad

Es com tambi ver indenas en autos con mestizos. Poco a poco las presencia de las dos culturas se siente con mayor fuerza. Otavalo se caracteriza por tener centros de diversi a donde van indenas y mestizos y la relaci crece, porque se mezclan con extranjeros.

> En la infraestructura urbana hay elementos interculturales. En el parque Bolar, por ejemplo, existe la efigie del general Rumihui y la iglesia de San Luis, sbolos que evocan la presencia de las culturas indena y occidental.
> Las relaciones entre culturas tambi se reflejan en la prtica medicinal. El centro «Jambi Huasi» ofrece servicios de medicina tradicional y cientica, con amplia aceptaci indena y mestiza.
>La mica indena tiene, actualmente, elementos que fusionan ritmos locales y extranjeros. Es una muestra de la relaci con culturas foreas.