‘21 de septiembre, aculturación que no debió nunca celebrarse’

historia
RECORDACIÓN. Al 21 de septiembre de 1526 se declaró como Fundación de Esmeraldas, hasta 2011 dejó de serlo frente a la lucha de historiadores y escritores esmeraldeños.

Por años se conmemoró la fundación o arribo de los españoles a Esmeraldas en esta fecha, aquello siempre fue discutido por historiadores y escritores.

“Celebrar el 21 de septiembre es identificarse con los invasores, aquellos que irrumpieron nuestro país, se apoderaron de las riquezas de los aborígenes, violaron a las mujeres y encabezaron una verdadera matanza, un genocidio”, refiere el historiador Walter Rivera León, al recordar que en Esmeraldas por años se conmemoró entre desfiles y jolgorios, el arribo de los españoles a la bahía de San Mateo.

La historia sí reconoce la llegada de expediciones españolas el 21 de septiembre de 1526, fecha que fue adoptada por un diputado esmeraldeño para en 1994 llamar al Congreso Nacional y rendir homenaje a la provincia.

Fue entonces que un año después, en 1995, el Consejo Provincial, mediante ordenanza, declaró a septiembre: “Mes del Esmeraldeñismo” y dispuso, en homenaje al 21 de septiembre de 1526, la realización de un gran pregón y de actos culturales, sociales y deportivos.

Este fenómeno, explica Rivera, es llamado en sociología aculturación, proceso que imitó las festividades de otras ciudades del país, donde conmemoraban la fundación española y la declaración de independencia.

No celebrar

“¿Saben lo que significaba fundar una ciudad por los españoles? Haber matado a los aborígenes y sometido a quienes quedaban vivos”, lamentó Rivera León.

Hasta el 2011, la celebración de “Fundación de Esmeraldas” tuvo fin, una lucha de historiadores que fueron vejados por autoridades de turno, quienes se abanderaron de los desfiles para endosar votos en una aparente celebración cívica y cultural.

Para el historiador esmeraldeño, durante los 16 años que se homenajeó el 21 de septiembre, se produjo una anomalía que llamó ‘la multiplicación de los panes y de los peces, pero de la ignorancia’, vociferada por el político y repetida por funcionarios y opositores.

Rememora que, en un año, decidió adornar la calle Simón Bolívar, entre Salinas y Ricaurter, colgando carteles en homenaje a los invasores, dando como mensaje la vergüenza de celebrar el 21 de septiembre.

Y frente al mal llamado ‘Mes del Esmeraldeñismo’, sostuvo siempre que el esmeraldeño no puede jamás identificarse con ello, que representaba el saqueo, la violación y el genocidio. (JSG)

Sí celebrar

Desde el 2011, con la derogación de la ordenanza, se estableció un día para la celebración de la provincia, recayó al 20 de noviembre de 1847, aunque discutible señala Rivera León, pero se acerca más a la realidad.

Él, marca dos fechas en el mismo mes que pueden ser conmemoradas y que son aún más representativas, las mismas recaerían entre el 24 y 27 de septiembre, aludiendo al año 1913.

“El 24 es el día que el coronel Carlos Concha Torres se tomó el cuartel de la Policía y pidió el derrocamiento de Leonidas Plaza, la sanción a los asesinos del general Eloy Alfaro y la oposición a que se entreguen las Galápagos a potencias extranjeras”, afirmó.

El 21 de septiembre de 1526 arribaron los españoles a las costas de la provincia Verde, entre ellos Bartolomé Ruiz, Diego de Almagro y Francisco Pizarro quienes viajaban hacia el sur en busca del Imperio de los incas.

La FRASE

“El 21 de septiembre claro que tiene su valor, pero negativo. Fue el inicio del sometimiento de nuestro país, la esclavización de nuestra gente. La población se redujo a menos del 15%, todo lo que es América del Sur”.

Walter Rivera
Walter Rivera León
Historiador