Lo venezolanos se aprestan a elegir este domingo 20 de mayo al Presidente de su país, en momentos sumamente críticos, donde no hay trabajo, razón para la migración masiva hacia otros terruños, donde deben trabajar en cualquier actividad no para vivir sino prácticamente sobrevivir; no hay alimentos, el servicio de salud se brinda en paupérrimas condiciones, lo que provoca el asombro mundial, pues un Estado petrolero que sus altos ingresos permitía en el pasado, pasado, que la población tenga un estándar de vida confortable, que sus ciudades sean verdaderos atractivos turísticos, a donde emigraban tantas familias seducidas por las condiciones de vida. Pero este Estado sudamericano ha dado un giro total, no para engrandecerse más de lo que fue, sino para ser víctima de una decadencia en todo sentido.
Cuando no se respeta la condición humana de la persona, esto es vetando el ejercicio de sus derechos, lógicamente no existe democracia aunque las autoridades que gobiernan sean elegidas por votación popular, ya que la república se convierte en un cuartel de tiranía.
Las próximas elecciones en Venezuela provocarán sin duda alguna protestas, disturbios populares, que serán duramente reprimidas para no perder la costumbre de no escuchar al pueblo, pues tal proceso tiene como antecedente el rechazo de muchos organismos internacionales y mandatarios, entre ellos el colombiano Juan Manuel Santos, que al manifestar que no reconocerá los resultados de los comicios fue tratado por el presidente Maduro de imbécil, de viejo y que se vaya al carajo.
Que tales expresiones de un gobernante que debe dar ejemplo de educación, de respeto a las relaciones bilaterales entre países y que desplaza la diplomacia a un plano inferior. La prudencia de Santos ha evitado enfrentamientos entre estas dos patrias vecinas, pues no es la primera vez que es insultado por su homólogo venezolano.
En estas elecciones no participará la oposición por falta de garantías y transparencia en el proceso. En todo caso la gran mayoría, no solo los venezolanos, ya sabemos quién será el ganador. Que afortunados si hay equívoco.