¿Fraude?

Rodrigo Santillán Peralbo

El Consejo Nacional Electoral tiene la obligación ética de garantizar el proceso con absoluta transparencia como así ha proclamado. Hasta ahora cumple con el cronograma planificado, sin embargo, persisten las dudas en sectores de oposición que no confían en los integrantes del organismo por estar vinculados al oficialismo, tanto así que hablan de un posible fraude electoral.


¿Razones? Marcop, una empresa especializada en investigación de opinión pública y en manejo profesional de estadísticas, ha presentado el Índice Estadístico Ecuador que revela y proporciona cifras sobre la realidad nacional y, por tanto, es “un instrumento de consulta que se ha convertido a lo largo de 33 años en herramienta irremplazable para ejecutivos, diplomáticos, mercadotecnistas, estudiantes y público en general”. Debería añadir para políticos y directivos de organismos públicos.


En esa publicación se informa que la población votante al 2017 es de 11’438.476 y de votantes obligados 9’716.548 que son las personas que tienen entre 18 y 65 años de edad, y votantes habilitados que son las personas que tienen 16 hasta 18 años, de un total de 16’776.997. La fuente de información es el INEC.


El Frente de Defensa Nacional maneja números similares y sostiene que “en cifra publicada por el CNE en los medios de comunicación -con fecha 4 de octubre del 2016-, llega a 12’816.698 de votantes, situación que permite establecer una diferencia numérica de votantes en exceso o votantes fantasmas de 1’616.159 que superan al número de ecuatorianos que en verdad existen y han nacido en el Ecuador”.


Las cifras del CNE no cuadran. Para demostrar transparencia, el organismo tiene el deber moral de esclarecer sus datos, para evitar especulaciones que perjudican al proceso electoral.


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