Iván Paredes

Frecuentemente las personas y los grupos adoptan determinados hábitos, rutinas, usos, que generan una variación en su conducta especialmente por factores externos de acuerdo a la influencia que se tenga del entorno que le rodea, así como también de la fuerza impositiva que predomine respecto de los unos con los otros. En la sociedad donde nos desenvolvemos generalmente se evidencia este tipo de procesos por el mismo hecho de convivir entre varias culturas, dándose con mayor predominio en los estados multiculturales en donde el influjo de quienes se encuentran juntos repercute en la manera del otro, sea por deseo, necesidad, interés o por el estado inconsciente de la interrelación social.


En las grandes sociedades el proceso adaptativo se produce para favorecer su bienestar de sobrevivir y reproducirse dentro del sistema social acogido dejando de lado su valor consuetudinario, y lo que es más su valor identitario que llega a cambiar constantemente mientras se adquiera nuevos transcursos de sobrevivencia. El gusto en este tipo de proceso no tiene ninguna relación que le asemeje para que se produzca el cambio en el modo de adquirir la nueva forma de vida. El entorno como ya se establecido es muy significativo para que se adquiera el cambio pero tampoco se puede afirmar si es positivo o negativo al ser la costumbre una conducta fundada en el patrón comunal fundada en la tradición esencialmente conservadora muchas veces de acuerdo a las condiciones ambientales y de cambio cultural. Al ser parte del constante movimiento social no son definitivas ya que se crean con base al espacio y tiempo específico y por los factores que envuelven en los cambios evolutivos. También es importante resaltar que la costumbre adaptativa se adquiere para reproducirse y mantenerse activo en sociedad.