Fascistas al poder

Rodrigo Santillán Peralbo

En Italia gobierna la ultraderecha fascista. En Suecia ganó la extrema derecha y en Brasil ganó la primera vuelta el fascista Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército con un largo historial racista, xenófobo, sexista, misógino, defensor de las dictaduras, admirador de Pinochet; pero el ascenso de las derechas en América Latina se debe, fundamentalmente, a los errores de la izquierda que se ha mostrado incapaz de la crítica y autocrítica, y de las despreciables corrupciones habidas en los gobiernos que se autoproclamaron progresistas. El 46% de los votos de Jair Bolsonaro, no significa que el pueblo brasileño sea fascista.

No son fascistas los insultados por Bolsonaro y que votaron por quien dijo: “No emplearía hombres y mujeres con el mismo salario” o que afirmó: “No la iba a violar porque no lo merece”, refiriéndose a la diputada del Partido de los Trabajadores. Los afrodescendientes que votaron por él, no se olvidaron que dijo: “No hacen nada. Creo que ni para procrear sirven más”. Los pobres despreciados votaron por el fascista que dijo: “El pobre solo tiene una utilidad en nuestro país: votar. La cédula de elector en la mano es diploma de burro en el bolsillo”.

Dijo: “Hay que dar seis horas para que los delincuentes se entreguen, si no, se ametralla el barrio pobre desde el aire”. “Vamos a fusilar a la ‘petralhada’” a los militantes del Partido de los Trabajadores. “No voy a combatir ni discriminar, pero si veo a dos hombres besándose en la calle los voy a golpear”. “Defiendo la pena de muerte y el rígido control de la natalidad”. “El error de la dictadura fue torturar y no matar”. “Es una desgracia ser patrón en este país, con tantos derechos para los trabajadores”

Los fascistas ecuatorianos querrían que Bolsonaro sea Presidente de Brasil.

[email protected]