¿Qué pasó?


RICARDO VERA CALDERÓN


Qué pasó el 2 de abril con los resultados de las elecciones, es una pregunta que gran parte de los ecuatorianos nos hacemos, ya que a las 5 pm. se autoproclamaron ganadores los dos candidatos a Presidente, basados en informaciones de las empresas encuestadoras.
¿Sería que uno de los tres actores que participaron en los resultados fallaron en su papel, lo que implicaría que podría haber pasado que los electores investigados a boca de urna habrían mentido?; ¿sería que una Empresa con más de 30 años de experiencia, cometió errores o irregularidades en su metodología, lo que dejaría su prestigio por los suelos, ya que un Exit poll debe tener un nivel de precisión del 99%?; ¿o sería que el ente rector del sistema electoral en el Ecuador dejó más dudas que respuestas sobre su gestión transparente?
Pero más allá de esas dudas que nos dejó el proceso electoral por la exagerada e irresponsable manipulación de la información de varios medios, lo que causó incertidumbre y confusión, está el hecho de que por un lado tenemos un Presidente electo con solo la voluntad del 39.5% del padrón, lo que quiere decir que 6 de cada 10 ecuatorianos aptos para sufragar no decidieron su designación, a pesar de que habría contado con una gran maquinaría de campaña; y, por otro lado, queda un candidato que impugna su derrota, y que diseñó su propia desgracia electoral, al no ser capaz de capitalizar para su favor los votos otorgados a los candidatos del PSC y de Fuerza Ecuador en primera vuelta, así como a los que votaron blanco y nulo, ya que no pudo instrumentar su propuesta social al no articular el discurso en el territorio popular a través de acciones tangibles que generen compromiso.
Lo que pasó no fue ni es bueno, ya que deja un País polarizado, nervioso, confundido, y apático.



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