Aniversario de la Casa de la Cultura

POR: Mariana Minda

Se han cumplido 65 años de vida fructífera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura. Ha llegado a la edad de gran experiencia y conocimiento, y de madurez, que en adelante continuará con la excelencia y perfección por el tiempo que transcurre y profundiza la obra, dándole perennidad por la culminación de las metas que trazó y soñó su creador Benjamín Carrión, y que cada día que pasa quienes se comprometieron a dirigirla sienten la satisfacción de enrumbarla por los mejores derroteros que la han ido transformando y embelleciendo para ponerla a la disposición, al servicio y al progreso de Ibarra.

Que hermoso es recorrer sus instalaciones que cuando niños nos acogían para solazar la curiosidad y el gusto de tomar un vaso de leche recién ordeñada, viendo el procedimiento de los proveedores que se esmeraban en satisfacer el deseo de tomar ese alimento, acompañado de un rico pan de dulce o una quesadilla que se llevaba resguardada en una servilleta y una funda. Que recuerdos tan añorados que hoy se ven llenos con las instalaciones del Complejo Cultural, que siempre está de puertas abiertas para que se sacien los deseos de apreciar y llenarse con el rico alimento de las manifestaciones del arte y la cultura, que invitan a regenerar el alma y el cuerpo con la variedad de programas muy bien establecidos y para el gusto de todo público, que se presentan en sus salas que siempre están con un lleno completo.

Que solemnidad del programa celebrativo. Todos los espacios llenos y con anticipación, nadie quiere perderse de aplaudir a los personajes que por su trayectoria y aporte a las artes y a las letras que engrandecen a la provincia son reconocidos y condecorados con la máxima presea, la Medalla Pilanquí y la Placa Recordatoria, menciones muy importantes que estimulan y vinculan a hombres y mujeres que son parte del Núcleo.

Que satisfactorio y relajante escuchar la exaltación al significado de la fecha aniversario, porque trae riqueza en hechos y acontecimientos, logros y éxitos alcanzados que han ido fortaleciendo y engrandeciendo la obra de los dirigentes y demás miembros, que se han entregado totalmente a trabajar para dejar un legado a quienes vienen detrás. Que momento de profunda emoción cuando llamaron a los nuevos miembros acogidos por el Núcleo para hacerles la entrega de las credenciales. Se agolparon en la mente los valores de aquellos personajes que en reconocimiento a su hacer cultural o artístico han alcanzado esta dignidad y dieron una respuesta de cabal comprometimiento a trabajar y cumplir con los objetivos de la Casa de la Cultura.

Se completó el acto cuando todos y cada uno de los asistentes recibió un ejemplar de la Revista Imbabura y del periódico Letras de Imbabura, que lo recibieron con avidez, para enriquecerse con la lectura de sus artículos muy variados y novedosos.

Una celebración que cumplió con lo mejor y bien planificado, tanto que todos se fueron con el compromiso de asistir a los programas semanales y de contribuir con todas las actividades del Núcleo.