Quienes hemos investigado y tenemos un poco más de conocimiento del sistema imperante sabemos que a nivel mundial existe un doble poder, un doble gobierno que domina al mundo, este doble gobierno está ejercido por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de Norteamérica (USA) y los ejércitos al servicio de la OTAN.
Por el poderío militar que conlleva y por la tecnología de guerra que mantienen son la primera potencia bélica del mundo capaces de destruir el planeta más de tres veces si lo quisieran hacer.
Nuestro país no es la excepción, las Fuerzas Armadas son gobiernos paralelos en donde se sigue la cadena de mando, no obedecen al poder civil legalmente establecido en las urnas sino al mando militar interno que es ejercido por sus jefes Generales y Comandantes de Estado Mayor quienes han hecho su carrera militar por un período de 20 o 30 años y han ascendido a las jerarquías más altas.
Son la cúpula que domina el país por poseer conocimiento militar estratégico y mantener las “armas en su poder” además de estar “preparados para utilizarlas”.
Los militares siempre se han creído superiores a los civiles por la misma disciplina y entrenamiento que reciben.
Además de estar preparados para matar o morir, saben utilizar las armas y el cuerpo para “defenderse de amenazas internas o externas”.
La participación política a los militares en servicio activo les está prohibida, pues son entes obedientes y no dirimentes, los militares en servicio pasivo pueden participar como actores políticos si defendieran intereses de los civiles, conocieran la realidad nacional y la historia política ecuatoriana.
La verdad de los militares en servicio pasivo es que defienden sus intereses económicos de grupo y no los intereses de la colectividad civil en “general”.