Yasuní

Diana Luzuriaga

Diana Luzuriaga Vera

El 20 de agosto de este año, los ecuatorianos tenemos que tomar decisiones muy importantes para nuestro presente y futuro, no solo iremos a las urnas para elegir el binomio presidencial y los representantes a la Asamblea, también estamos convocados a participar en la consulta popular, dónde responderemos, si estamos de acuerdo en que el gobierno mantenga el crudo del ITT, bloque 43, indefinidamente en el subsuelo o no.

Refiriéndome a esta pregunta, comparto un breve resumen con la intención de aportar a su análisis. Empecemos por precisar que el Yasuní no es cualquier zona, es una de las áreas protegidas más extensas (1022736 has), creada en 1979 con el propósito de conservar la biodiversidad, el acervo histórico cultural y los vestigios arqueológicos del país. El MAATE la califica como “santuario de biodiversidad” ya que han reportado sorprendentes cifras de varios grupos de flora y fauna, nunca antes registradas. Está compuesto por más de 2.000 especies de árboles y arbustos, 204 especies de mamíferos, alrededor de 610 especies de aves, aproximadamente 121 especies de reptiles, más de 150 especies de anfibios y alrededor de 250 especies de peces. 

Este territorio además de la riqueza expuesta, contiene el área petrolera de mayor proyección, es decir, recurso económico anclado “al presupuesto estatal”. Ahí radica la polémica, debido a la dependencia tóxica que Ecuador mantiene con los rubros que deja este carburante desde hace 50 años ¿Qué pasa si se continúa con la explotación? se liberarán unos 410 millones de toneladas de dióxido de carbono, que contribuirán al calentamiento global, sumado a ello ¿qué pasa con la fauna y la flora? ¿las comunidades indígenas? ¿los ríos? ¿la vida? ¿Acaso no es momento de diversificar la economía y encontrar otras fuentes de energía?

Decidir con inteligencia y estar debidamente informados es trascendental para todos   “Solo hay un bien, el conocimiento, y un mal, la ignorancia.” Sócrates.

[email protected]