‘Humano’, un cortometraje ecuatoriano en la antesala de los Óscar

REALIZADOR. Quiñónez confiesa que el corto le sirvió de catarsis, con lo que reafirmó que cada uno debe darse cuenta de su propio valor.
REALIZADOR. Quiñónez confiesa que el corto le sirvió de catarsis, con lo que reafirmó que cada uno debe darse cuenta de su propio valor.

SUSANA MADERA

EFE

La ignorancia en torno a las realidades de la comunidad Lgbti, las clínicas de ‘deshomosexualización’ y las luchas de ese colectivo por encajar en una sociedad conservadora como la ecuatoriana se tejen de forma cruda, pero también tierna, en el cortometraje ‘Humano’, finalista para el Óscar Estudiantil.

Compitiendo con más de 1.600 trabajos, ‘Humano’, del ecuatoriano Korwin Quiñónez, figura entre los seis cortos nominados para ese Óscar, cuyo dueño se conocerá este mismo mes.

Cineasta, productor y director de 26 años, Quiñonez comentó que invirtió año y medio y unos 2.500 dólares en el cortometraje que relata la historia de una persona trans que se escapa de un centro de deshomoxualización.

Un tema que abordó para contrarrestar la “ignorancia” sobre el asunto, que ha llevado a varias personas a enviar a homosexuales a supuestas clínicas “para que les curen y lo único que están haciendo es torturarles” y quitarles “su humanidad”, aseveró.

“Todos tenemos que vernos sin diferencias de razas ni de culturas, ni de preferencias, sino vernos como humanos sin tantas máscaras que nos pone la sociedad”, afirmó al confesar que el corto “es un poco difícil de digerir” porque tiene desnudos “y cosas fuertes visualmente”.

‘Tierna’ y ‘cruda’
Para él, la parte en la que el personaje principal decide entrar en la clínica de deshomosexualización es la más fuerte de su corto, de 23 minutos de duración.

Ello porque “muchas veces en la sociedad en que vivimos te toca ser lo que las demás personas quieren que seas. Es como abandonarte a ti mismo para hacer cosas que no quieres”, explica antes de comentar que se trata de una “tortura (a la) que tú mismo te sometes solo para ser aceptado”.

EL DATO
La cinta habla sobre el síndrome de electra, término propuesto por el psicólogo suizo Carl Jung en 1912 para designar la contrapartida femenina del complejo de Edipo.No obstante, la historia es también “muy tierna” y el público logra tal empatía con el personaje principal (Ramona, interpretado por Gandy Grefa), que al final también se libera “de la carga social”, reveló.

El guion abarca también el asunto de la familia, donde se presentan presiones e incomprensiones que llevan a acciones perjudiciales para la persona trans, en un intento equivocado de sus parientes por ayudar.

El corto de titulación de la promoción 2018 en el Instituto Superior Tecnológico de Cine y Actuación (Incine) -que cofinanció la obra- compite en la categoría de narrativa internacional con piezas del Reino Unido, México, Noruega y Suiza.

Orgulloso de ser el primer ecuatoriano en llegar a la antesala del Óscar Estudiantil, Quiñónez prefiere estar sorprendido que emocionado, por lo que mantiene cautela ente el resultado final.