Enmiendas

A más de la pandemia y el desastre económico, el país sufre del acoso de políticos, politiqueros y una gigantesca ola de descontento sobre el estado de la nación. En este maremágnum socio-político-económico, surgen personas o grupos ‘salvadores’ con diversas propuestas, entre ellas: convocar a consultas populares para propiciar enmiendas o reformas a la Constitución con la descabellada idea de formar un nuevo Congreso Nacional con diputados y senadores, para regresar a un pasado no exento de oprobios y vergüenzas.

La idea proviene de un grupo distinguido de hombres y mujeres, pero con añoranzas de un pasado que se pensaba habría sido superado por la modernización y avance de los sistemas políticos. ¿Con qué intenciones se quiere revivir una cámara de senadores? ¿Acaso existen intereses secretos para que, otra vez, soporte el país vergonzosas negociaciones, para elegir a personajes que ocupen los principales puestos del Estado? ¿Otra vez caminará por los pasillos del Congreso el famoso hombre del maletín? Esa consulta debería ser rechazada con un rotundo NO.

Se plantea otra consulta para que el pueblo decida sobre la situación o existencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. ¿Debe haber ese organismo con especiales atribuciones, creado en el gobierno de Correa? Existen múltiples voces que lo condenan por el fracaso.

Y se propone una tercera consulta para que el pueblo decida si se convoca, o no, a una nueva Asamblea Constituyente. Jorge Moreno Ordóñez, Coordinador Nacional del Frente Patriótico por la Salvación Nacional, acudió a la Corte Constitucional para viabilizar la Consulta a fin de que “pongamos orden en la Patria ultrajada, ¡construyamos la nueva democracia y el nuevo Ecuador que merecemos!”, decía. País en crisis.

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