SÍ a las ideas

Dos días después que el setenta y ocho por ciento de la población dijo SI a la Constituyente; detractores y defensores planifican la carrera para alcanzar el título de Asambleístas.

Y es que el ambiente electoral debe ir a ese ritmo, puesto que en ocho días más, el Tribunal Supremo Electoral realizará la convocatoria a elecciones; y en unos cuarenta y cinco días, los ecuatorianos, nuevamente frente a la papeleta, decidiremos en quién confiamos para conformar la Asamblea Nacional Constituyente con plenos poderes, cuya calidad –mientras esté vigente- será de máximo órgano del Estado.

Y como es lógico en un país democrático como el nuestro, esto significa que las candidaturas provenientes de todas las corrientes ideológicas y/o políticas, desde ya tamborean el atabal electoral. La lidia se avecina entre la partidocracia y los sectores progresistas, el motor es lograr que después de la Constituyente las cosas cambien o se mantengan como están.

Las propuestas ya están en el tapete. Por un lado, las tendencias que plantearon y continúan planteando salidas coyunturales a la crisis en el marco de la misma fisurada institucionalidad, pero bajo ningún concepto modifican su posición actual en el poder y control social, y que a la vista evidencian una insensata e imprudente fidelidad a la simulada democracia progenitora del inadecuado ejercicio de la soberanía popular.

Y por otro, las cada vez más consistentes propuestas de transformar la institucionalidad del Estado a través de un modelo socioeconómico que beneficie a los sectores de mayoría en el país, aunque del lado progresista, también hay seudo disidentes de la partidocracia que aspiran ocupar los escaños de la Constituyente para beneficiarse de forma individual y que también deben ser acometidos para evitar ruidos en el progreso social.

Por lo tanto, la tarea de recuperar la Patria aún no está concluida. Es insuficiente hacer constar en las urnas, que la Asamblea actualmente es el más viable camino para la auténtica renovación institucional.

La tarea de limpiar el fragoso camino recién empieza y aún es necesario un golpe con la navaja de nuestras decisiones, afilada por la firme elección para Asambleístas, a quienes ostentan las mejores ideas, ignorando las rimbombantes trompetas de los dueños de chequeras.
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