La bocina evoca sonidos ancestrales

La bocina evoca sonidos ancestrales
Música. La bocina es un instrumento ancestral considerado el mejor medio de convocatoria.

LA HORA/TUNGURAHUA


Entre el soplar del viento que interpreta una melodía cuando golpea con suavidad la copa de los árboles, se escucha un sonido grave, fuerte, pero sutil. Es el de la bocina, que despierta la atención de los integrantes del pueblo salasaca (Tungurahua).


Entre la pala, el azadón y otras herramientas cotidianas que se utilizan en la agricultura, se destaca la presencia de un raro instrumento que para Manuel Ramírez Masaquiza es un verdadero tesoro, pues lo ha acompañado toda su vida.


Aunque se requiere de fuerza y destreza para arrancar una resonancia armónica a este aparato, para Manuel lo más importante es sentir lo que evoca junto a los latidos del corazón. “Este era para nosotros un instrumento autóctono utilizado por nuestros abuelos para el pastoreo, para dar alarma por si los enemigos o gente ajena venían a las tierras. También era visto como sagrado para nuestros ‘yachas’ que, con su sonido, concentraban las energías para los rituales”, afirma Manuel, mientras entona la bocina que le heredó su padre.


De qué está hecho


Rufino Masaquiza, profesor e investigador de los salasacas, asegura que la bocina constituye aún el medio de comunicación más efectivo de las comunidades, ya que basta subir a un espacio elevado y entonarla. Así, su sonar recorre con el viento para que las personas de las comunidades sepan que algo sucede, “es la mejor forma de convocatoria”, comenta.


Según Masaquiza, este instrumento es propio de Latinoamérica y su confección es bastante complicada, por lo que ya no quedan muchos que la fabriquen.


Manuel Ramírez es oriundo de Ramos Loma, en Salasaca.

Cuenta que para elaborar este instrumento se requiere de varios materiales que la ‘Pachamama’ (la tierra) provee.

“Cuernos de una vaca y de un toro, pero no cualquier ‘huagra’; solo los abuelos en su sabiduría saben escoger los indicados. Además los espinos de la penca, caña guadua o de ‘chaguarquero’ y cuero de borrego se emplean para la confección”, afirma.


Mientras limpia cuidadosamente su bocina, Manuel comenta que estos materiales son herméticamente unidos de forma que el viento no se escape. Para esto se junta primero con los espinos de cabuya y luego se sella envolviendo las conexiones con el cuero de borrego.

De lo ancestral a lo folclórico

“Los sonidos de la naturaleza son ejecutados con los instrumentos autóctonos, los mismos que nos transportan a nuestros ancestros”, afirma José Lorenzo Masaquiza, músico integrante de la agrupación Salasaca Manta.


Para este hombre, quien toda su vida se ha dedicado a la música, llevándola incluso fuera del país, es importante que las nuevas generaciones no olviden sus raíces, su cultura, por esto, a pesar de los nuevos instrumentos que se mezclan con los ancestrales, la melodía folclórica actual difiere mucho de lo autóctono, señala.


Mientras afina sus zampoñas, muestra los primeros discos en acetato que lograron grabar como Salasaca Manta, grupo que empezó a entonar lo autóctono utilizando siempre la bocina. “Nosotros tenemos claro que los sonidos ancestrales vienen incluidos en el alma, en el corazón”, afirma.

Materiales que da la Pachamama


En los bordes de las tierras secas de la superficie interandina de Salasaca, en ocasiones en los linderos de las parcelas, y muchas veces entre los cultivos, crecen las pencas negras, plantas de hojas carnosas y orladas con espinas. Desde el centro de la planta se levanta un tallo que alcanza varios metros y que florece en la punta curvada, que tiene la apariencia de un báculo o cetro sagrado. A este tallo, el pueblo salasaca lo denomina ‘chaguarquero’, el que, de acuerdo a su madurez, sirve para varias cosas, como para levantar gallineros y fuertes estructuras, hasta para transformarlas en fabulosos instrumentos de viento, como la bocina, que dejan escapar sublimes melodías.


María Jerez, moradora de Salasaca, afirma que antes las plantas se producían por sí solas; sin embargo, hoy se cuida mucho más a esta planta por el mismo hecho de que se extrae el delicioso ‘chaguarmishqui’. “Otra especie que es preciada para hacer instrumentos es el carrizo, que deriva de los sigses, los cuales ahora se ve muy poco, se utilizaban para hacer rondadores, zampoñas y más,” indica Jerez.

Glosario
Términos


° Wuaca: Deidad, dios


° Yacha: Sabio, sacerdote


° Chaguarquero: Tronco que nace del centro de la cabuya


° Huagra: Nombre que se le da al toro o a la vaca


Conozca
Detalles


° Según José Lorenzo Masaquiza, músico, en la actualidad hay muchos grupos que están trabajando tonalidades folclóricas o tradicionales, pero la autóctona ya casi nadie lo hace.

° “Solo para las fiestas sagradas utilizan la música autóctona, que difiere mucho de la tradicional porque requiere de otros instrumentos como la guitarra, el violín y hasta la parte electrónica como el bajo”, dice José.


° Mantener la cultura con la música que canta a la vida, a la naturaleza y al entorno es algo que Masaquiza quiere que se mantenga, por lo que a sus nietos inculca desde muy pequeños el amor a los sonidos ancestrales, como los de la bocina.

La bocina evoca sonidos ancestrales
Arte. Varios son los grupos de música folclórica, pero pocos los que interpretan música autóctona.
La bocina evoca sonidos ancestrales
Natural. La tierra misma se encarga de proveer lo necesario para la confección de instrumentos.

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