Regreso neoliberal

Las señales del Gobierno constatan que estamos de regreso a la época neoliberal, a la aplicación de medidas de ajustes y a los paquetazos sorpresivos. Un golpe de puerta al FMI desesperado para acceder a préstamos con la supervisión de indicadores, un grito agobiado del poder político para anunciar la privatización de las gasolineras de Petroecuador y un cambio latente del modelo económico, son pruebas del cierre de la época de bonanza.


Una ley urgida para insertar al sector privado, después de permanecer en la penumbra durante nueve años, es otra muestra del regreso a la ‘noche neoliberal’ y la reconstrucción de las épocas de la partidocracia.
La recesión es inevitable y la desconfianza en el desempeño económico está en vitrina: desempleo, caída de ventas, una inflación en aumento, el consumo a la baja y nuevos impuestos asfixiantes.


Pronto los efectos múltiples de la crisis serán perceptibles. Un 80% del Presupuesto del Estado se cubre con la exportación de materias primas, mientras el déficit del Ecuador ya bordea los USD 15 mil millones y la deuda externa registra unos 20 mil millones, según cifras oficiales. Es decir, será también el retorno de la crisis política e institucional pues el andamiaje del poder actual se construyó en un solo partido político y se centralizó en una sola persona. Sin embargo, el punto crítico será visible después del despido de trabajadores y la reformulación de la burocracia correísta. Esos 354 dólares de salario básico unificado, que aún no cubren la canasta familiar ni ese pretendido ‘buen vivir’, ahondarán los problemas sociales y sus nexos con la hegemonía de la ‘revolución ciudadana’. El Gobierno tendrá que lidiar por la falta de organización sindical y su negativa de pagar la deuda estatal con el IESS. Ese faltante del 40% de los aportes de las jubilaciones, entre otros.


El modelo populista se agotó y ahora existe un pronóstico de empeoramiento. Un vaticinio agravado por las condiciones laborales, una jurisprudencia manipulada en un legalismo adverso y el acercamiento irónico con las políticas neoliberales del siglo pasado.


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@klebermantillac