Crisis

Agustín Sánchez

Varios son los momentos de crisis mundial por los que ha atravesado la humanidad, el más reciente se registra en el año 2008 con la crisis global financiera que se desató tras la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos del año 2006, sus consecuencias fueron una profunda iliquidez internacional, desplomes del mercado bursatil e inclusive una crisis alimentaria global. Sin ánimo de alarmar sino de prevenir, ante la inacción de autoridades nacionales al fenómeno mundial a causa del coronavirus, debemos tomar consciencia del porqué debemos adoptar medidas inmediatas. Desde el punto de vista de salud pública, excepto las recomendaciones de lavarse las manos y usar gel antibacterial, las medidas decisivas de suspender eventos públicos y clases tardó tres meses desde que se reportara el virus a nivel mundial y 12 días de haber registrado el primer caso en el país. En otros términos hemos sido poco cautelosos a nivel de política sanitaria emergente, pues aunque parezcan pocos los casos en Ecuador, con relación a otros países se incrementaron sustancialmente, inclusive exportamos según datos de prensa, el virus a Paraguay.

No suficiente con la especulación de redes sociales que es el torrente mediante el cual la ciudadanía se alarma y actúa sin medir consecuencias, desabasteciendo de mascarillas, desinfectantes y productos de primera necesidad, aquellos más vulnerables al virus, ahora además debemos asumir las medidas del gobierno que golpean de manera directa a la clase media, con decisiones económicas sin el mínimo análisis de su impacto social, cuando las verdaderas medidas debieron ser estructurales con eliminación de subsidios al combustible, refinanciamiento de deuda, reducción sustancial y medible del gasto público, entre otras. Si bien una crisis, en la que efectivamente nos encontramos, altera el orden establecido, tampoco implica el fin de la humanidad, al contrario es el momento de evidenciar que aspectos nos exponen a tal situaciones, como por ejemplo el individualismo que resurge en estos momentos del salvense quien pueda.

La capacidad del sistema de salud pública es limitada y me atrevo a decir que insuficiente ante una expansión del virus como ocurre en países como Italia o China, no es algo pasajero, así parezca absurdo protejase, no acuda a lugares de concentración masiva, evite terminales de pasajeros, entre otras medidas que ha difundido la autoridad de salud. Dejemos en claro, por más lógico que parezca, el vaciar supermercados aglomeranose multitudinariamente No evita el contagio, lavarse las manos y actuar racionalmente ¡Si!