Violencia contra la mujer, un problema latente

INICIATIVA. Varias actividades son realizadas por colectivos para celebrar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. (Foto de archivo de La Hora)
INICIATIVA. Varias actividades son realizadas por colectivos para celebrar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. (Foto de archivo de La Hora)

Esta situación se ve reflejada en diversos actos que van en contra de la integridad de una dama.

Esta situación sucede en todo el mundo. Según la primera Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres, presentada en 2012 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en Ecuador 6 de cada 10 mujeres sufren cualquier tipo de violencia y una de cada cuatro ha tenido alguna clase de violencia sexual.


Las Naciones Unidas afirman que esta temática tiene que ver con todo acto de intimidación de género que resulte o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o sicológico, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en público como en privado.


La Asamblea General de este organismo internacional proclamó al 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en 1999. Con esto, se marcó el inicio de los días de activismo realizados por diversos sectores sociales hasta el 10 de diciembre, fecha nombrada como el Día de los Derechos Humanos.


ONU Mujeres afirma que esta problemática es una violación grave de los derechos humanos. Su impacto puede ser inmediato como de largo alcance e incluye múltiples consecuencias como incluso mortales. Además, afecta negativamente a su bienestar e impide su plena participación en la sociedad.
Aparte de estos aspectos negativos, también impacta a la familia de cada una, su comunidad y entorno social.

El mayor responsable


La forma más común de violencia experimentada a escala mundial es la física, infringida directamente por la pareja, quienes las golpean y algunos casos las obligan a tener relaciones sexuales.


Un estudio de la Organización Mundial de la Salud, realizado en 11 países, determinó que el porcentaje de señoras que han sido sujetas a violencia sexual por su compañero sentimental varía del 6% en Japón hasta el 59% en Etiopía.


Diversas encuestas mundiales sugieren que la mitad de todas las damas en el Planeta que mueren por homicidio son asesinadas por su esposo o pareja actual o anterior.


Ana Correa, especialista en relaciones de pareja, afirma que el ciclo de violencia incluye la tensión en la que el agresor busca cualquier pretexto para violentar y hace que la víctima llegue a sentirse responsable de lo que pasa.

Actuar legalmente


La Constitución de la República, así como el Código Orgánico Integral Penal, recogen entre sus artículos varios aspectos que protegen de este tipo de abusos.


Aquellas que sufran de cualquier clase de violencia contra su integridad deben acudir a la UPC más cercana y denunciar sin temor al agresor. En caso de requerirse, también es preciso iniciar un proceso en un juzgado de Violencia.


Estas denuncias no tienen costo alguno y con estas es posible exigir el alejamiento del agresor de la vivienda y solicitar la boleta de auxilio como medida cautelar de su integridad.


El conocimiento de la existencia de estas medidas cautelares impediría que el agresor llegue a cometer más delitos como el femicidio. (MLY/INTERNET)


Sanción


El artículo 141 del Código Integral Penal (COIP) se refiere al femicidio de la siguiente manera:


“La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de 22 a 26 años”.


Testimonio


“Esperé más de 13 años hasta que mi esposo cambie, pero no lo hizo. Cada vez me maltrataba de distintas formas que prefiero no acordarme. Opté por separarme y ahora vivo más tranquila con mis tres hijos, a quienes les inculco valores como el respeto y la consideración, para que mi historia no se vea reflejada en otras mujeres más adelante”.


Es el testimonio de ‘Ximena’, nombre protegido.