HOMERO HIDROVO OJEDA

Nació en Quito el 2 de octubre de 1939 y murió el 25 de agosto de 1979. Su vida fue intensa como artista y ser humano.

Su padre fue el extraordinario maestro Marco Tulio Hidrovo Cevallos, y su madre Ernestina Ojeda Castañeda. El día miércoles próximo, 2 de diciembre en la Casa de a Música de la ciudad de Quito a las 20:00, recibirá un homenaje con un festival de requintos.


Surgió con el talento natural de músico. Comenzó sus primeras travesuras jugando y cantando acompañado de un aventador, cuando iba a Cotacachi a visitar a su abuela Rosa Cevallos. Aprendió a tocar guitarra. Benjamín Carrión Mora le regaló una cuando tenía 7 años. En la escuela Eloy Alfaro le subían a una mesa para que el público lo mirara.


Estudió en el Normal “Juan Montalvo” y al mismo tiempo entró al conservatorio. Se dedicó a la música. Su padre le hizo participar en algunas grabaciones con el dúo Benítez y Valencia.


En una ocasión tuvieron una reunión con el “Pollo” Ortiz, Homero y Marco Tulio, interpretaron los pasillos “Al besar un Pétalo” de Marco Tulio y “Reír Llorando” de Segundo Amble Ortiz, padre del “Pollo”.


Formó el trío “Los Trovadores Criollos”, el “Cuartero Guanabara”, el trío “Los Latinos del Ande”, el cuarteto “Luminaria”, “Los Cuatro Brillantes”, “Los Reales”. En Los Ángeles los homenajearon con “La Palma de Oro”: fue el primer ecuatoriano en recibirlo.


Aprendió a dominar el requinto como autodidacta, con la influencia de los grandes tríos y cuartetos mexicanos de la época, especialmente “Los Panchos”.


Llevó muy en serio la música en la vida y puso su arte al servicio para trasmitir paz, amor a todas las personas que le escucharon y siguen escuchando sus discos, a pesar de los 74 años de su partida a la eternidad.