Artificio, palabra de muchos significados (brillantez, excelencia, engaño, trampa) algunos de ellos ligados indisolublemente a la deshonestidad. Un artificio de palabras, es decir que perder es ganar y por sufrir te dicen conseguir “por el incendio conseguimos pérdidas”, una importante erupción por erupción grave o seria. ¿Tan mal estamos?
El ecologismo estatal es pura palabra, afán de impresionar cuando las acciones son antinaturales o como algunos dirían “antipachamamistas”. Los derechos de la Pachamama son cuento cuando se trata de despilfarrar miles de dólares y afrentar a todo un pueblo que protesta.
Este es el caso de la estrambótica idea de sacar el césped o arbustos naturales, pueblerinos y esmeraldeños, y reemplazarlos por césped plástico o sintético o de miércoles. Plástico, muerto e inerte, probablemente para seguir la inspiración del presidente Correa de no desperdiciar agua, como si tuviéramos las sequías de años en California o la escasez desértica de agua en Siria, Israel o Irak.
El gobierno, y menos este, no es dueño del agua, el Ecuador no es desierto, Esmeraldas tiene agua solamente que no llega a las tuberías. Sé que los reclamos siguen, ojalá en las alturas no se hayan puesto orejeras para no oír al pueblo. Esmeraldas está con y vive de la naturaleza.
Estos últimos días he tenido que soportar y sufrir minutos y minutos de propagandas mentirosas y de mal gusto, pagadas por el contribuyente. En la era de la comunicación, un error contable en CNT me suspende el servicio de internet móvil, casi veinte llamadas, en cada una de ellas repitiendo nombre, número de cédula, número de teléfono, problema, respuesta anterior (llamada grabada supuestamente para monitorear el servicio y nada).
La mayoría de respuestas: ya está el informe, se le restaurará el servicio en tantos minutos, lo llamaremos a su teléfono. No sé hasta cuándo será!
Mientras la gente se bronquea en las calles del país, el presidente Correa goza de París y sus honoris causa a pesar del frío invernal europeo. Ah, quién estuviera en Saint Moritz, o Niza o Montecarlo!
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