Vejeces

Y novedades. Somos jóvenes y nos hacemos viejos con mejor o peor suerte. Una de las cosas malas en esta vida es alguna gente que llega y luego se aferra desesperadamente al poder, hasta cuando la mayoría se cansa, refunfuña, luego grita y tira piedras porque las armas están en manos del poder (y en la de los delincuentes), ese poder cree que inventa y retrotrae anacronismos por medio de un simple decreto y retrocede el reloj casi mil años como sucedió con el Ayatollah Khomeini en Irán. Pregúntenles a las mujeres, a los dichos herejes, a los periodistas o a los de orientación distinta. El reloj en Corea del Norte se paró y se descompuso del todo. Corea del Norte volvió a ser el Reino Ermitaño de la historia y la leyenda.


En 1963 el Ecuador obtuvo un préstamo del Eximbank para la compra, contratación y operación de ayudas de navegación aérea para los aeropuertos de Quito, Guayaquil y creo que de Latacunga, porque hace 50 años, las poblaciones que aspiraban a ser ciudad apenas disponían de un potrero extenso -con vacas pastando, una caseta con un radio transmisor y dos mangas de aire para indicar la dirección del viento. El Eximbank era simplemente el Banco de Exportación e Importación de los Estados Unidos. (En ese entonces, China, tal vez soñaba, pero no tenía ni industrias ni intercambio comerciales de importancia).


Lo básico del préstamo del Eximbank consistía en prestar la plata para la compra de equipos norteamericanos, el transporte de los anteriores en barcos de bandera norteamericana, la instalación de los equipos por técnicos norteamericanos y la profesionalización de técnicos nacionales para la operación posterior, en billetes no recibíamos nada. Los intereses del préstamo eran en tasas internacionales. Ahora China en el 2015 tiene un Eximbank con a lo mejor condiciones más duras, sin olvidar el trato despótico a nuestros obreros. Todo sea por la soberanía de nuestro presidente. Una vejez reciclada.

[email protected]