No pretendo dar cátedra ni de buena conducta ni de antropología, tampoco deseo imponer a nadie un sistema de valores; solo ansío provocar en mis lectores una reflexión sobre temas de la vida diaria. Es bien sabido el alto nivel de consumo de alcohol entre los ecuatorianos, como también la fuerza enorme de la libido sexual en el ser humano, sobre todo en los jóvenes.
Todos conocen, por otra parte, una de las consecuencias de la ingesta de alcohol: la deshinibición, no por nada los romanos afirmaban: “En el vino se encuentra la verdad”.
Para reforzar este intento de llamar a la reflexión aporto con dos anécdotas reales, sucedidas en Quito; a sabiendas de que un par de hechos concretos no se constituyen en prueba científica de nada, pero sí ayudan a visualizar el problema y a ponerlo en una perspectiva adecuada.
Primera anécdota verídica: durante una fiesta con sus coetáneos una chica bebe alcohol y accede a tener relaciones sexuales con un chico; un tiempo después se da cuenta de que está embarazada, le pide al chico que se responsabilice del niño por nacer, el chico le dice que sí, pero que ella, en la fiesta de marras tuvo relaciones con tres o cuatro chicos más, aunque no se acuerde por haber bebido demasiado.
Segunda anécdota real: en un centro comercial conversan a voz en cuello un grupo de adolescentes sobre una fiesta; en medio de las voces se oye a un chico que pregunta: “¿Y había peladas?”, otro responde: “Sí, pero fue pésimo porque ninguna estaba chumada”.
Decían los filósofos medievales que contra los hechos no valen los argumentos. Toda persona en su sano juicio reconocerá que estas anécdotas reflejan una peligrosa realidad; también deberá aceptar que el prevenir a los jóvenes contra el uso excesivo de alcohol no es un atentado contra ningún grupo específico, sino una medida prudencial también para proteger a las jóvenes de embarazos no deseados; no se trata de moralismos trasnochados, sino de precaución racional, meramente racional. No prevenir, con alertas sobre el alcohol, no solo es tonto sino irresponsable.