No todos

En un canal de televisión un analista expresó que “no todos los funcionarios públicos podrán huir a Bélgica”. En época festiva y cierre de interpretaciones anuales, este criterio cobra sustancia pues cualquier firma en un contrato público tiene que ser investigado; y, en caso de irregularidad, enlistará las denuncias y sanciones que una próxima administración tendrá a su cargo.

Desde una perspectiva política, el anuncio de consultas populares anticipa un escenario electoral conflictivo para 2016. La auditoría pormenorizada y la indagación de gastos públicos será la pieza fundamental de las distintas campañas anticorrupción que se construirán en la agenda de los candidatos presidenciales.


Las contradicciones del discurso oficial tienen que ser indagadas. El incremento de sueldos ridículos de los trabajadores, en antítesis con el dispendio de viajes presidenciales, no puede pasar por alto. No basta con convocar a un referéndum para consultar sobre la aprobación de enmiendas a la Constitución y las resoluciones de una Corte Constitucional viciada, sino que es clave desenmascarar los errores primordiales del correísmo.


El dispendio en actos innecesarios es otro punto crucial. La propaganda del correísmo tiene que ser auditada aunque su indagación tarde meses o años. Así, la contienda electoral desde ya se nutre con argumentos necesarios de transparentarlos durante el nuevo año para dirimirlos recién en 2017. También es decisivo descubrir la realidad de los proyectos de leyes de Herencias y Plusvalía: tanto de beneficiarios como de afectados. Y, si salieron bases militares extranjeras en el correísmo, alguien tendrá que explicar, pronto y en detalle, el entreguismo y los resultados del manejo de la deuda con China. Las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos muestran los efectos directos de una crisis anunciada y el mal manejo de políticas rastreras. Cadenas de hoteles y restaurantes quebrados son una prueba que nadie puede eludir.


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