Medios y sectores políticos ven un riesgo en que se haga en pleno año preelectoral en el país.
El llamado a concurso para la adjudicación de 1.472 frecuencias a medios públicos, privados y comunitarios (radio y televisión) se dio paralelamente con cuestionamientos y solicitudes de gremios de la comunicación y políticos, para que el proceso se aplace hasta que concluya el periodo electoral.
El ministro de Telecomunicaciones, Augusto Espín, negó que el año electoral pueda influir en el concurso, y argumentó que es un proceso que el país necesita. “No vemos por qué el año político tiene que afectar un proceso que necesita el país; hay frecuencias caducadas y prorrogadas y tienen que ser renovadas por la seguridad jurídica”, expresó. Las frecuencias caducadas sumarían cerca de 1.500, según su versión.
Sin embargo, el presidente de los Canales de Televisión, Canales Comunitarios y Regionales del Ecuador, Roberto Manciati, advirtió como “principal preocupación” que la convocatoria está realizada de tal manera de que en los próximos ocho o nueve meses, los medios privados estarán inmersos en un proceso para intentar acceder a una frecuencia, pero en medio de un periodo electoral.
“Si voy a participar en un concurso, es obvio que el medio va a tener mucho cuidado en la información que emite. (…) Esta es una preocupación que los concesionarios tenemos”, dijo.
Paúl Carrasco, líder del movimiento Podemos, interesado en participar en las elecciones de 2017, también calificó como un “error grave para la libertad de comunicación” el inicio del concurso y cuestionó que una vez que el Consejo Nacional Electoral convoque a elecciones, en octubre, los medios estarán “sometidos simultáneamente a un proceso de selección”. ¿Qué independencia tendrán los medios para dar información sobre los candidatos que no son de la línea oficialista?, cuestionó.
Más cuestionamientos
Manciati también puso en evidencia que los medios privados interesados en participar tendrían que remitirse a la situación económica del país.
“Los medios nos sometemos exclusivamente a la publicidad; sabemos que Ecuador o el Gobierno están en crisis económica, pero las empresas privadas también están en esa condición. ¿Qué publicidad privada está en los medios privados?”.
Pero ayer, mientras el Consejo de Regulación de la Comunicación (Cordicom), el Ministerio de Telecomunicaciones y la Agencia de Regulación de Control de las Telecomunicaciones abrían el concurso y ofrecían “transparencia”, destacaban que, en tiempo real, a la página web de la Agencia de Regulación habían ingresado 376 personas a la zona de concursos “y han hecho las consultas, como una muestra del interés que hay por parte de la ciudadanía”.
Espín reconoció que en este concurso no se cumplirá la fórmula de distribución del 33,33% y 34% para la adjudicación de frecuencias.
Esta asignación se realizará paulatinamente. “No esperemos que en el primer concurso tengamos el 33,33%, 34%; vamos para allá, esperamos que haya una participación muy activa de radio y televisión comunitaria, pero no podemos pensar que en el primer concurso llegaremos. Tomará más tiempo”, subrayó. (SC)
El proceso
El concurso se desarrollará en dos fases. Arcotel calificará tres requisitos: plan de gestión, sostenibilidad financiera, y estudios técnicos de ingeniería. Luego receptará las solicitudes.
Los cinco mejores concursantes por cada frecuencia pasarán al Cordicom, que escogerá y evaluará el plan de comunicación que presente el medio y definirá a cuál de los concursantes adjudicará la frecuencia. Arcotel contratará al ganador del concurso.
LAS CIFRAS:
1.500
frecuencias habrían caducado, según las autoridades.
1.472
salieron al concurso.