Los encantos de Imbabura

Imbabura es la provincia más hermosa del Ecuador continental. Los sueños se pueden hacer realidad cuando existe verdadera pasión por conocer las múltiples formas de belleza. La belleza espectacular de la naturaleza, con una gama absoluta de colores azules, montes verdes, cielo transparente, la alegría de los lagos San Pablo, Cuicocha, Yahuarcocha, Cubilche, Mojanda y las lagunas ubicadas en el silencio de los páramos.


El clima templado acompaña en las faenas a los habitantes hospitalarios de este lugar del planeta, y los visitantes gozan de amaneceres tenues de colores naranjas y azules y atardeceres apacibles.


Cuando se llega al nudo de Mojanda-Cajas y comienza la provincia, nadie puede pasar inadvertido el lago San Pablo que se extiende en las faldas del veterano volcán Imbabura. Los restaurantes, haciendas convertidas en hostales, esperan para hospedar a los turistas de gustos sencillos y autorizados.


En Otavalo la Plaza de los Ponchos es la muestra permanente de los diseños más hermosos que la imaginación y las manos de los otavaleños trabajan cada día. En la ciudad se puede saborear el plato característico: el plato y la bebida mágica del Yamor.


Cotacachi, una ciudad pequeña escogida para el descanso, la artesanía en cuero y la creación de la música. Nombres de famosos artesanos descendientes de aborígenes Caras, españoles y músicos herederos de familias españoles y judíos sefarditas. El ambiente de hogar se siente en el sabor de las carnes coloradas, elaboradas con paciencia y yerbas aromáticas auténticas.


Seguimos el viaje hasta Atuntaqui, la ciudad centro de la industria textil del Ecuador. El viajero encuentra a disposición los diseños actualizados de prendas de vestir para niños, mujeres, jóvenes y adultos. Le estará esperando el Museo Fábrica Imbabura, que encierra la historia del trabajo de este cantón.


Antes de Ibarra está San Antonio, galería permanente de pintura y escultura. En ningún otro pueblo del mundo se encuentran los artistas y artesanos dedicados, durante décadas, a crear las formas precisas y sorprendentes de imágenes religiosas y profanas.


Ibarra es la ‘Ciudad Blanca’, con el mejor clima del continente. Las calles amplias, parques adornados de ceibos de la tercera edad, testigos del progreso y de las luchas de los ibarreños. Los turistas se refrescan con los tradicionales helados de paila de Mama Rosalía Suárez, y endulza la vida con las nogadas y los arropes de mora silvestre. Y más al norte, espera el histórico lago Yahuarcocha. Sólo hace falta organizar el viaje al paraíso terrenal que está a penas a 120 kilómetros de la ciudad de Quito.