Mientras el Gobierno culpa al terremoto, el BM dice que caída de la economía ecuatoriana es irreversible.
Las predicciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) coinciden. Antes del terremoto, el FMI estimó una caída de la economía ecuatoriana de 4,5%. A pesar de que esta cifra fue rechazada por el Gobierno, ayer, una nueva proyección realizada por el Banco Mundial indicó un decrecimiento del 4%.
El Banco Mundial difundió su informe ‘Perspectivas Económicas Mundiales’ en el que indica un que el PIB de Ecuador caerá 4% el 2016. En enero pasado, el organismo había proyectado que la economía ecuatoriana decrecería 2%.
El reto más grande lo enfrentan las economías emergentes y los países dependientes de la exportación de materias primas como el petróleo, cuyo precio de venta por barril cayó significativamente este año.
“Este crecimiento lento subraya las razones por las cuales es crucialmente importante que los países apliquen políticas orientadas a impulsar el crecimiento económico y mejorar el nivel de vida de las personas que subsisten en la pobreza extrema”, señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial.
Mientras tanto el Gobierno se muestra optimista y espera una reducción inmediata de apenas 0,7%, producto de los gastos de reconstrucción del terremoto; y con un decrecimiento anual de 0,3%. Así lo indicó el presidente Rafael Correa.
Correa aseveró ayer que el Gobierno realiza una nueva estimación del efecto del terremoto a una tasa de decrecimiento del 0,7%. “Nosotros habíamos calculado crecer este año poco, pero crecer, en 0,4%. Con el sismo se reduce esa tasa en 0,7%. Entonces tendríamos menos 0,3% de crecimiento”, explicó Correa.
‘El terremoto es un justificativo’
Para el director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), José Hidalgo, la mayor parte de la contracción económica en el país no se explica por el terremoto. “El terremoto va a ser la justificación que el Gobierno tenga para presentar a finales del año una contracción económica”, dijo.
Según el experto, la contracción económica ya daba señales con el deterioro del mercado laboral, la disminución en las recaudaciones y las deudas pendientes del Gobierno tanto con sus proveedores como con los gobiernos locales. “Dado el peso que ha tenido el sector público en la economía con este Gobierno, los atrasos que ha venido acumulando también provocan una contracción en el nivel de actividad”, señala.
“Todo este tipo de indicadores, aun antes del terremoto, ya estaba bastante mal. Las predicciones que tienen tanto el BM como el FMI hasta 2017 no se explican por el terremoto sino por el modelo económico que venía aplicando el Gobierno y que funcionó únicamente durante los años de bonanza petrolera y una vez que el Gobierno se quedó sin recursos, entonces el modelo se volvió insostenible”, agrega.
De acuerdo al informe presentado por el Banco Mundial, la economía global crecerá 2,4%, lo que supone una baja de cinco décimas frente a las proyecciones del último reporte publicado en enero. Para 2017, el crecimiento será de 2,8% debajo del cálculo de 3,1% proyectado hace seis meses. (LGP)
Cifra
$400
millones es la cifra de un crédito que el Gobierno negocia con el FMI para la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril.
Las proyecciones del FMI
El último reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI), difundido el 12 de abril pasado, cuatro días antes del terremoto, indicó que la economía ecuatoriana decrecería 4,5%, situación que se mantendría en el 2017 con un -4,3%. Esta caída, según el organismo, se debe al complicado panorama del país, “porque dependerá de la disponibilidad de financiamiento externo y sufrirá pérdida de competitividad por la revaluación del dólar”, advirtieron.
Dos días después de presentado el informe, el ministro coordinador de la Política Económica, Patricio Rivera minimizó las proyecciones de la entidad, alegando que parten de suposiciones y cuestionó la exactitud de estas cifras, las cuales, estimó: “Siempre se han caracterizado por no atinarle a los resultados”.
