Venezuela: suma cero

En Venezuela, la oposición y el oficialismo no salen del juego de suma cero. Es decir, la negociación entre las partes es concebida como la ganancia de un solo actor. Bajo este esquema, solo un actor tiene posibilidades de supervivencia.

El costo de este tipo de salidas es el suicidio, pues la mayoría de la población no resiste el clima de polarización y enfrentamiento. Las evidencias de la crisis sobrepasan el conflicto político y agudizan la escasez de alimentos y medicinas, así como el desempleo y la inseguridad que registra la mayor tasa de homicidios de la región.


Después de la muerte de Chávez, las conclusiones son demasiado obvias. Por ejemplo, nunca hubo transferencia de carisma ni de aceptación hacia Maduro. El Presidente venezolano es un mal remedo de su antecesor.

La relación cívico-militar es una aberración para la democracia, no solo por el tutelaje de las fuerzas armadas, sino por la intervención, injerencia y grado de decisión en la vida pública. También salta a la vista la inexistente información gubernamental del manejo de los recursos petroleros, así como de la deuda con China. Tampoco son claros los acuerdos con Cuba.


Por otra parte, si bien en algunos países de la región se observa un giro ideológico (político y económico) hacia el centro y la derecha, sin embargo no se logra un consenso acerca de la situación que vive Venezuela. A lo mucho hay tibias declaraciones de expresidentes y líderes políticos. Incluso, las iniciativas de mediación se estancan y no despegan, porque los intereses entre Venezuela y los demás países que tratan de intervenir son porosos para la opinión pública.


Entre las lecciones que nos deja Venezuela se encuentra la dañina concepción de democracia plebiscitaria que trata de legitimar los ganadores de las elecciones, pues solo se la aclama cuando los resultados juegan a favor de los gobernantes de turno. Por eso, ahora no se quiere activar el referendo revocatorio y dar paso a la voz de la mayoría de la población. Al final, cabe preguntarse: cuál es el saldo del chavismo a casi 18 años de permanencia.


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