Yumbada: un rito que une a los amigos

Yumbada: un rito que une a los amigos
YUMBOS. Estos personajes se hacen presentes cada junio en Cotocollao.

El solsticio de verano es un acontecimiento de gran relevancia para la cultura del pueblo Yumbo.

Para agradecer a la Madre Tierra por los frutos brindados en el último año, los yumbos de Cotocollao danzaron al ritmo del tambor, el pingullo y la banda de pueblo, en la plaza central de este sector del norte de Quito.


Esta celebración se realiza todos los años en junio y tiene su propia historia, porque se realiza desde tiempos inmemoriales, señala Fanny Morales, cabecilla de la yumbada de Cotocollao, quien sabe de la fiesta por la información oral recibida de sus mayores. Esta joven mujer heredó la tradición de su padre Pedro Pablo Morales y este a su vez de su progenitor.


El día de ayer los Yumbos de Cotocollao, aproximadamente 70 entre yumbos y yumbas, yumbo mate, pingulleros y monos martín, demostraron una vez más su intención de no dejar morir esta tradición y de más bien cultivarla, sobre todo en quienes aseguran ser descendientes de los yumbos.

Detrás de la danza


La organización de la fiesta de la yumbada de Cotocollao se realiza en aproximadamente un año y en ese tiempo se pide la colaboración de parientes, amigos, vecinos y compadres para tener todo listo para la siguiente edición, indica María Inés Simbaña, madre de Fanny Morales.


Mientras los yumbos danzan en el centro de la plaza, Simbaña repartía, bajo un fuerte sol, la chicha de jora entre los personajes y sus invitados. Esta bebida no puede faltar, porque es producto de la cosecha del maíz, asegura.


También vigilaba la llegada de la comida (mote, papa, carnes y otros productos) que eran entregados por los personajes de la yumbada o sus familiares para compartir con quienes participan de esta fiesta, en lo que se conoce como la pambamesa.


Igualmente vigilaba de cerca la preparación de las ofrendas, que consistieron en frutas, para entregar al prioste que este año fue la Administración Municipal de La Delicia.

Herencia


La yumbada forma parte de una tradición ancestral y hereditaria, es por ello que cada año se suman participantes incluso niños y niñas que son incentivados por sus padres a danzar y saber de esta tradición.


Ayer en Cotocollao se observó que al mismo tiempo danzaban juntos el padre, los hijos, los nietos, sin importar si son hombres o mujeres, porque en la actualidad, en la danza participan todos. Antes este baile era exclusivo de los hombres que se disfrazaban de yumbas, personajes que representan a los cerros y las montañas para estar en conexión con la naturaleza, indica Fanny Morales. (CM)

Vestimenta


Las yumbas y los yumbos son el mayor número de personajes de la fiesta de Cotocollao. Ellos visten faldas largas, blusas bordadas, pelucas largas, coronas de plumas, pañuelos, lanzas hecha de chonta negra, que representa los rayos del sol, collares hechos con pepas y semillas y caretas.


Los yumbos son protegidos por los monos (disfrazados como ese animal) y los yumbo mates, personajes que llevan sobre su espalda una capa pesada hecha con mitades de mates.