¿Y las universidades?

La grosera intervención del Gobierno en el sistema de educación superior, pero especialmente en las únicas universidades de posgrado, Flacso y Andina, delata, una vez más, los contrasentidos de un proyecto que se autodenomina revolucionario. Por un lado, y desde el guión de la espectacularización de Alianza PAIS, premió a la Flacso como la mejor universidad del país, debido a sus aportes en la investigación, a la calidad de su planta docente y al reconocimiento internacional que ha ganado merecidamente, sin embargo ahora circula un proyecto de ley que pudiera quitarle el estatus de organismo internacional, desconociendo que es parte de un sistema con sede en Costa Rica y que la integran 18 países. Esto se explica, porque la norma no está escrita en piedra, como en algún momento se refirieron a la Constitución los asambleístas verde flex.


Esta situación es una de las tantas contradicciones del Gobierno, tan o más abrupta, como cuando defendían la no extracción del petróleo en el ITT, que la constitución duraría 300 años, que los partidos políticos eran necesarios para la democracia, que estaban en contra de la corrupción y el tráfico de influencias, que eran respetuosos de los derechos civiles y políticos como las libertades de prensa, opinión, expresión, participación y asociación. Parece que la desmoronada aceptación de la gestión gubernamental y el vaciamiento por la aceptación del Presidente explican estas arremetidas contra las universidades en el año electoral.


A los que se califican como expertos de la educación superior ecuatoriana y que están al frente de los organismos que evalúan la calidad, la parte administrativa y de gestión, habría que recordarles que la excelencia universitaria se logra con autonomía, con independencia, con estímulo y respeto por las libertades y la creatividad de alumnos, docentes y autoridades, sin que esto suponga discrecionalidad en el manejo de los centros de educación superior. Por eso sorprende que desde el poder se critique la falta de protagonismo de las universidades en los procesos políticos, si lo que viene después de la crítica de cualquiera es la sanción.


[email protected]