Imitar el ejemplo

ATILIO RUGEL ALBÁN

Eca de Queiros decía: “Nihl novo sub sale” (no hay nada nuevo bajo el sol). Esto es una verdad. También hay un refrán muy popular que dice: “El diablo tapa y tapa hasta que destapa” y todos sabemos que no existe el crimen perfecto.

Los esmeraldeños no tenemos por qué estar siempre amarrados al carro de nadie; en nuestro medio tenemos personas preparadas con un gran caudal de conocimientos y sobrada experiencia. Alguna vez tomemos la iniciativa y seamos los gestores del cambio que necesita el país como un principio primogénito del materialismo dialéctico y seamos los gestores y portaestandartes de esta realidad. Iniciemos la batalla contra la corrupción que tiene extendidos todos sus tentáculos en las instituciones del Estado y si hasta aquí no lo hemos hecho, por lo menos asimilemos lo que hacen otros.


Se ha comenzado en la provincia del Guayas por decisión del Gobernador a destituir a comisarios que todo hicieron, menos administrar justicia, porque casi siempre consideran que es la oportunidad que les da la vida para llenarse los bolsillos y extorsionar a dueños de negocios, que cumpliendo con los requisitos de Ley, que es lo importante, buscan pretextos para sancionarlos a cambio de coimas. Esta medida acertada y aplaudida por los 16 millones de ecuatorianos, arrastra a otras autoridades como Intendente y secretarios que forman el círculo vicioso de la corrupción. Bien por la medida y felicitaciones a las personas, que viviendo de su trabajo honrado fueron presas de malhechores que jamás pensaron que les llegaría su fin.


Pero esta situación que se da en el Guayas, contamina al resto de provincias y se ha dado en todos los tiempos; lo que ha sucedido es que sumisos trabajadores que se ganan el diario, sintieron miedo a los juicios y la prepotencia de los abusadores. Que se tome el ejemplo y que esta medida se extienda por los cuatro puntos cardinales de la Patria. Por eso comparto y pienso que el resto del Ecuador lo aplaude que para llegar a estos cargos se aplique justicia y se sometan a pruebas, presenten un curriculum sin tachas y les apliquen la prueba del polígrafo para tratar de mejorar, aunque no en forma absoluta, la aplicación de la Ley.


Que los jueces, que son los sancionadores, tomen en cuenta estas cuatro características como un código para que aprendan a sancionar en línea recta en el amplio sentido de la palabra: Escuchar cortésmente; Responder sabiamente; Ponderar prudentemente y Decidir imparcialmente.