Machala, ejemplo de desarrollo

Visitar Machala resulta especialmente atractivo. La primera razón es el buen estado de las vías que conducen a esta bella ciudad y la segunda es su acelerado desarrollo. Mencionar la palabra desarrollo implica reconocer el cumplimento de varios logros. Machala presenta varios de ellos: crecimiento comercial y económico, orden, aseo, infraestructura turística, incremento de plazas de trabajo por inversión privada, colaboración entre entes públicos y empresas privadas, apertura y apoyo municipal a las iniciativas ciudadanas, etc. Por supuesto que no todo está solucionado, como por ejemplo los temas de la seguridad ciudadana y el alcantarillado de algunos barrios, pero definitivamente el balance citadino le arroja resultados altamente positivos y podría decirse que de amplia ventaja respecto a otras ciudades del Ecuador.

Para sustentar mi última afirmación vale recordar el rostro de la caótica Machala de los años noventa, en que la basura, el desorden, las invasiones, el caos vehicular y la inseguridad, fueron sus principales facciones, frente a la pujante y ejemplar ciudad que hoy es, tan atractiva para vivir, trabajar e invertir.

No es nada nuevo decir que el despegue machaleño inició en el año 2005, época en que el pueblo eligió a Carlos Falquez Batallas como burgomaestre de la capital orense. Quien diga lo contrario carece de argumentos serios para contradecir aquello, pues la gestión de Falquez ha sido evidente y enorme.

Entre los principales aciertos municipales en Machala se puede reconocer fácilmente la optimización de los recursos, la buena relación entre el Municipio y sus vecinos evitando confrontaciones innecesarias y la canalización de los proyectos ciudadanos con responsabilidad. Bien por Machala que hoy es una ciudad ejemplo para muchas ciudades del Ecuador. (O)