Mediadores suramericanos

Jaime Vintimilla

Como se conoce la mediación es un mecanismo facilitado, estructurado e interactivo de escucha, diálogo y decisión donde las partes construyen una verdad para solucionar conflictos de una forma creativa y sobre la base de su propia realidad.


En este sentido, la propuesta formulada por Unasur en cooperación con la ONU resulta ser de trascendental importancia, pues se busca formar mediadores sudamericanos que se especialicen en el manejo, gestión, resolución y la transformación de conflictos sociales.


Una ‘Escuela de mediadores de paz’ es una gran noticia siempre y cuando las personas que se formen pertenezcan tanto a la sociedad civil como al servicio público, pues solamente de este modo, se podrá conformar un equipo sostenido que en la región y en cada país pueda ser capaz de apoyar al desescalamiento, al desposicionamiento y a la comprensión de la diferencia siempre en busca de la construcción de soluciones adecuadas.


En esta línea, resulta muy reconfortante la posibilidad de desarrollar un manejo más humano y más inclusivo de conflictos que se relacionan con aspectos complejos como la inversión en recursos naturales, los derechos de los pueblos indígenas, las divergencias políticas, los retos socioambientales, los intereses opuestos y distintos de grupos, entre otros.


No se debe omitir que el conflicto social es “un proceso de interacción colectiva caracterizado por una dinámica de oposición y controversia entre grupos de interés que resulta de sus incompatibilidades, reales o percibidas, en torno al control, uso y/o acceso a elementos materiales o simbólicos”. Es decir, los mediadores deberán manejar la colisión constante y la “disparidad de visiones” así como la “tensión entre colectividades” donde cada Estado y la Comunidad sudamericana deberán convertirse también en protagonistas de solución creativa y proactiva.


Al parecer, el conflicto es una oportunidad y se presenta como un elemento básico que puede generar cambios sociales de diversa índole y distinta intensidad. Éxito al desarrollo de tan importante propuesta que ayudará a fortalecer una democracia fundamentada en el diálogo y en la diferencia.


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