Desconectados…

Roque Rivas Zambrano

En las aulas, los estudiantes sentados en sus pupitres fingen poner atención mientras revisan sus celulares. Unos lo hacen con disimulo y los intrépidos, ponen sobre la mesa su teléfono y revisan sus perfiles en redes sociales.


El profesor se explaya hablando de un tema que le entusiasma, sobre el que ha investigado extensamente, pero no hay conexión con sus alumnos. En ese instante el docente experimenta frustración. Esta sensación puede llevarlo a tomar decisiones radicales como no volver a dar clases. Lo hizo Leonardo Haberkorn Manevich, un periodista, escritor y docente uruguayo que impartía cátedra de comunicación a estudiantes de pregrado.


La constante indiferencia de losalumnos, en la Universidad de Montevideo, lo obligó a abandonar el cargo de profesor. A manera de desahogo redactó un texto que subió a su blog ‘El Informante’ y se volvió viral. En el escrito, titulado ‘Con mi música y la Fallaci a otra parte’, Haberkorn declara: “Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla. Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa de recibir selfies”.


También relata cómo al preguntar sobre temas de actualidad veía caras absortas y se producían silencios sepulcrales, incómodos. Ante eso su conclusión es contundente: “Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no existen los vegetales”.


Al igual que millones de catedráticos en el mundo, comparto la indignación del colega uruguayo, suscribo su carta y propongo una cruzada para que dejemos de estar paradójicamente desconectados…


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