Alfonso Espín Mosquera
Empieza la danza de los candidatos con una “pulcritud de conciencia ideológica” declarada por los elegibles y sus movimientos. Dicen juntarse según las líneas de pensamiento político. Así los que se llaman de “centro izquierda” que han logrado también unirse a facciones de los que se dicen de “izquierda”.
Así vemos a un partido resucitado que nunca pudo dar la cara en las movilizaciones ciudadanas y en la opinión pública sobre los aconteceres nacionales. Hoy lidera esta amalgama de “izquierdosos”, sin pensar que más allá de las ideologías el objetivo fundamental es salvar a la Patria de un Gobierno enquistado por una década con miras a continuar sin tregua para riesgo del país.
Hay otros candidatos que llamándose de “derecha” se niegan entre sí y hasta me da qué pensar la declaración del alcalde Nebot, cuando pide unidad, eso sí, después de apoyar y sostener primigeniamente a Cynthia Viteri, justamente para que haga contrapeso al banquero Lasso y el gobierno salte de gusto con esta nueva división de votos.
Qué gracioso o qué tontos o qué pícaros los candidatos, hablando de ideologías, cuando al gobierno actual y su candidato lo que menos le importa es eso y si no veamos la amalgama de miembros que tienen: desde integrantes del extinto Alfaro Vive, hasta colaboradores directos de Febres Cordero, desde populistas consumados, hasta ideólogos académicos.
Ojalá mañana estas ambiciones personales de las diferentes tiendas políticas que ahora compiten cada una con el afán de llevarse al “zorro”; esta falta de asociación por la causa fundamental de la Patria, no nos deje como resultado cuatro años más de correísmo nuevos “Parejas Yannucellis”, “Bravos”, “Chiribogas”, “Rivadeneiras” y uno que otro asambleísta de oposición con buen sueldo, pero sin voz ni voto.