El cuy, animal sagrado para detectar enfermedades

El cuy,  animal sagrado  para detectar  enfermedades
Ritual. Se empieza sobando desde la cabeza del paciente.
El cuy,  animal sagrado  para detectar  enfermedades
Conocimiento. Para conocer la enfermedad, el cuy debe tener máximo una o dos semanas de nacido

Mediante la limpia se devuelve el bienestar, creando un equilibrio con las personas y una armonía con la naturaleza.

El cuy es considerado como un símbolo de la cultura andina asociado a la purificación del alma, la sabiduría y la buena fortuna.


En los pueblos indígenas es una tradición muy arraigada llevar a cabo las llamadas ‘limpias con cuy’, que básicamente constituyen un procedimiento terapéutico popular con la finalidad de restablecer la salud de las personas que se sienten aquejadas por algún mal.


«Los conocimientos de nuestros antepasados no pueden morir con la gente, hay que transmitirlos a las nuevas generaciones”, manifiesta Francisca Wapisaca, curandera de la comunidad Angahuana en Tungurahua.


Las mujeres de este sitio que aprendieron estas prácticas consideran que las limpias son una fuente de sabiduría.

Ritual


“Antes de comenzar con el ritual hay que escoger adecuadamente qué cuy requiere el afectado. Por ejemplo, si se trata de un hombre, el animal deberá ser hembra y si se trata de una mujer, macho. Es preferible que el roedor sea de color blanco o negro y que tenga como máximo una o dos semanas de nacido”, menciona Francisca.

Procedimiento


La limpia comienza sahumando al cuy. Es decir soplando sobre este un humo de incienso para que permita observar mejor el motivo del mal.


Para las curanderas de la comunidad de Angahuana Alto, ubicada en la parroquia Santa Rosa (Tungurahua), la soba del cuy es una acción de diagnóstico, pronóstico y curación de enfermedades.


Se lo hace frotando con un cuy todo el cuerpo del paciente, sacrificando luego al animal para examinar su organismo.


El diagnóstico del cuy consiste en dos partes: inspección de la parte externa del animal y examen de los órganos internos.


«Por ejemplo, si el hígado del cuy se encuentra sumamente negro y con un orificio en el interior es sinónimo de que la persona fue ‘cogida por el cerro’ (falta de oxígeno en la altura). También se detecta si tiene ‘mal aire’”, manifiesta María Agualongo, curandera.


Para el examen de los órganos internos se requiere cortar con un cuchillo el abdomen del animal en su parte central, separando la piel hacia ambos costados para que sean visibles los órganos interiores.


Se procede a la observación de cada órgano e incluso en algunos casos a la palpación de: órganos genitales, intestinos, riñones, páncreas, estómago, hígado y vesícula.


Se corta el diafragma, se ven los pulmones y el corazón, se continúa con la garganta y, finalmente, se despelleja la cabeza del roedor liberando el cráneo para verlo.


Mediante la limpia se devuelve el bienestar al paciente, creando un equilibrio y unidad con la naturaleza, el entorno (familia, amigos y demás personas de la comunidad) y con él mismo.


«Con los saberes en la casa es más fácil calmar las dolencias. El costo de una limpia con cuy es mínimo en comparación a una consulta médica”, aduce María. (DA)

EL DATO

Este método es uno de tantos que utiliza la medicina ancestral para curar enfermedades físicas, mentales y sicológicas de la persona.