Carlos, el angelito


Por Ramiro Ruiz R.


Carlos Pareja Yannuzzeli, vestido de traje oscuro y corbata amarilla, medio calvo y una barba que no es barba, aprieta la mano a su pana del alma, Alex Bravo.
¿Qué les une a los amigos del alma? Les pega la gerencia de Petroecuador. Carlitos abrió una cuenta corriente en un banco panameño para proteger su dinero del aumento de impuestos en Ecuador. Tenía una sociedad financiera construida en 2013, en Panamá, con un capital de 10 mil dólares. Entraron al negocio de compra venta de bienes raíces en Ecuador y Panamá. A Carlos y Alexis les unía el negocio.
Los dos sólo eran empleaditos de Petroecuador, con suelditos que apenas les cubría las compras de comida, vestido y nada más. Pobrecitos. Jugaban con petrodólares de una empresa ecuatoriana.
Así es la vida. Carlitos recién justificó el origen lícito de su pobreza de la cuenta de Capaya, nombre distorsionado de Cayapa. De cayapa no tiene nada, pero de colorado lo goza, de cabeza a los pies.
Carlos tenía un sueldito de empleado de 5.800 cada mes, como gerente de petrodólares y otros 4.000 como consultor. A él le consultaban los futuros transformes y les enseñó como se puede invertir un sueldo y transformarse en empresario en Panamá con dólares ecuatorianos.
Capaya S.A. tenía como directivos a Jelice Herrera, esposa de Alex Bravo, ex gerente de Petroecuador, a su madre y su padrastro. Bien responsable el muchacho, la empresa puso en manos de su queridísima familia.
Seguía jugando con los petrodólares, Capaya recibió dinero por 50 mil de la empresa Girba de propiedad de Alexito, el 12 de junio del 2013. Otra de lo hizo Sonia Calero, por 149.960, el 7 de noviembre.
Con los ahorros, Carlitos compró una propiedad de empleado en EE.UU. Su debilidad de empleado es viajar mucho y se tira las orejas para contenerse las inmensas ganas de comprar zapatos. Pero no puede controlar ese gusto por cubrir sus piececitos azules, de ángel.
Su otra debilidad es colocar dólares a plazo fijo para seguir coleccionando zapaticos con un interés del 4,35%. Total, $2,6 millones. La Fiscalía confirmó que los fondos de la empresa de Carlitos están vinculados con supuestos sobornos de contratistas petroleros. Pero no importa, Carlitos no cabe de contento en las playas en la ‘yoni’.