Mi lindo Ecuador


POR: Ramiro Ruiz R.


El Gobierno reclutó y concentró el poder con expertos en algunas áreas, una de ellas educación. Nadie olvidará a la Ministra Gloria Vidal. Viajó a algunos países, a Argentina, Chile, España. Regresó a Ecuador con planes y programas. Los fundió muy bien con los “expertos” y resultó el actual sistema educativo made in Ecuador. Resultado: desastre educativo, construcción de elefantes blancos, las escuelas del milenio y abandono de planteles en zonas urbanas y rurales.
Un periodista reclutado se convirtió de pronto en Ministro de las Fuerzas Armadas. Compró algunos helicópteros y se cayeron en los primeros vuelos con víctimas mortales. Por algún lugar apareció un sicario y asesinó a un general que se opuso a la compra de esos aparatos voladores. Estos acontecimientos nadie volvió a investigar, ni siquiera a acercarse a buscar la verdad.
Otro periodista se transformó en Ministro de la felicidad. Se dedicó a producir reportajes con un equipo de entendidos. A media mañana de cada día comen papayas, peras, manzanas de la cordialidad, y plátanos como lo hacen muy bien los monos. Meditan y vuelan mentalmente por encima de Quito y aterrizan nuevamente felices.
Otra mujer joven de rasgos asiáticos, Ministra de Salud, compró una flota de chasis y les hizo ambulancias. Pasaron algunos meses y se esfumaron los vehículos. Compraron otra flota de ambulancias americanas, las de verdad. Desde aquellos días los asiáticos eficientes nos hacen los chinos.
Estos pocos ministros son una muestra nada más. Inteligentes los muchachos, reclutados y concentrados en este gobierno de un país ex petrolero, camaronero, floricultor, y de algunos corruptos.
La inteligencia y la imaginación son el capital de inversión de este gobierno. Para identificar esta capacidad, basta recordar lo que está pasando desde aquel día cuando el Departamento de Justicia “yanqui”, con especialistas del país “capitalista” y “neoliberal”, descubrió a una manga de ladrones de algunos países. Resulta que la famosa empresa Odebrech construía obras gracias a los contratos conseguidos con coimas, comisiones, yapas, regalos y agrados en dólares depositados en cuentas imposibles de encontrarlas.
El gran jefe de los inteligentes también se transformó en ilusionista. Nos hace creer que el gobierno de expertos descubrió a los bandidos y, por supuesto, metió las manos y hasta los codos en la justicia. Ahora envía a investigar en el país imperialista, hasta Panamá y el Brasil. Regresan como viajaron: sin información. O quien sabe, llenos los portafolios de información que no publican. Ellos tan inteligentes, mientras cada ciudadano ingenuo, mira estupefacto a este lindo Ecuador.