La importancia de los debates presidenciales

En dos oportunidades los candidatos presidenciales han discutido sobre sus propuestas de gobierno, ante los próximos comicios. En el primer debate el ausente fue el candidato oficialista, que rehuyó a toda costa la discusión. En la segunda invitación realizada por el Diario El Comercio, asistieron todos los ocho binomios presidenciales. El Código de la Democracia, debe exigir a los candidatos a exponer sus puntos de vista por respeto a la opinión pública.

En uno y otro caso, los medios fácticos tuvieron el papel relevante para que la ciudadanía conociera cuales son las propuestas de gobierno de los candidatos. Antes que hallar diferencias, los contrincantes coincidieron en que el mayor problema del Ecuador es el desempleo, la marginalidad de los estudiantes universitarios, política tributaria, la concentración de poderes, la falta de independencia de los poderes del Estado, la necesidad de replantear el manejo económico, salir del modelo del Buen Vivir, vivienda popular, deuda externa, libertad de prensa, seguridad o la corrupción; entre otros temas.

Tampoco la oposición ha sido coherente. Apareció dividida, al punto que hay siete candidatos a la Presidencia y cada uno dice tener la solución para todos los males, en una suerte de torpe división. El porcentaje de indecisos será el que defina a los ganadores para el balotaje de la segunda vuelta electoral.

En definitiva, no se trata solamente de una permuta de personas y de estilos, sino de ser pragmáticos en la concepción del papel del Estado, del de la sociedad civil y de las relaciones entre las funciones del poder. (O)