Pese a la fuerte lluvia, los manifestantes no se resignan a abandonar el lugar. Hoy continuarán allí.
Con cánticos, arengas, pancartas y banderas, cientos de personas -allegadas y no allegadas a CREO- soportaron el frío y la torrencial lluvia que cayó en determinados momentos de la noche en la avenida 6 de Diciembre y Bosmediano, frente al Consejo Nacional Electoral (CNE).
‘Fuera corruptos, fuera…’, ‘Fuera Correa, fuera…’, ‘Vamos Quito, carajo, Quito no se…’, gritaba la multitud. Muchos cubrían con plásticos sus cuerpos. En ocasiones se escuchaba la arenga de la Selección ecuatoriana de fútbol: ‘Sí se puede, sí se puede…’. Con rostros inmutables, policías y militares miraban las escenas desde fuera y dentro del edificio electoral.
Mientras tanto, muchos vendedores informales se ganaban unos dólares con la venta de alimentos preparados en ese mismo momento como choclos y plátanos asados, además de banderas y guantes de algodón a un dólar, paraguas a 2.50 dólares, entre otros.
Discursos
Por un micrófono, cuyo audio no llegaba a ser escuchado sino a 50 metros, pasaron distintos políticos. Unos afines como Mae Montaño y otros simplemente identificados como defensores de la democracia. Por ejemplo, Lourdes Tibán, de Pachakutik, y Luigui García, de Fuerza Ecuador.
En un discurso furibundo, Lourdes Tibán amenazó al CNE con dar paso a un paro nacional, conjuntamente con las organizaciones campesinas, indígenas y trabajadores, con el propósito de rechazar un fraude electoral. “No se trata de apoyar a una organización política sino de defender la democracia”, expresó desde una improvisada tarima.
Entre tanto, algunos militares en servicio pasivo hacían sonar sus cornetas, porque rechazan la Ley del Seguro Social de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Paradójicamente, dos solados en servicio pasivo saludaron levantando la mano a su excompañero que custodiaba el interior del CNE.
Permanencia y carpas
Guillermo Torres que llegó desde el Valle de Los Chillos, en todo entusiasta, pidió que la ciudadanía se mantenga en vigilia, para “evitar un nuevo acto de corrupción del Gobierno de Gorrea”.
“Queremos resultados, queremos resultados”, “Esto no es pagado…”, expresaba en coro la gente. La lluvia no cesaba. Pasadas las 21:00 se instalaron carpas para proteger a los activistas del aguacero.
El sargento retirado del Ejército Fabián Arcos que fue sentenciado por su participación en la revuelta del 30-S, señaló que tarde o temprano quienes lo encarcelaron tendrán que responder por esta sentencia ante una justicia imparcial. “Yo retorné al país para entregarme a las autoridades”, recordó. (SE)
‘Preferimos la lluvia’
En tono sarcástico, una mujer, en pleno aguacero, exclamó: “Prefiero soportar esta lluvia antes que a este Gobierno”.
Algunos conversaban sobre los impuestos instaurados por el Régimen a las empresas y a las familias. “Así no se puede trabajar, hay tanta gente que ha quebrado”, señaló una mujer.
Obispos: Que se refleje la verdad
Los obispos de Ecuador hicieron ayer un llamamiento a las autoridades electorales y a los ciudadanos a colaborar para que los resultados de las elecciones del domingo reflejen la verdad.
“Los resultados finales de toda elección popular tienen siempre que reflejar la virtud de la justicia y el valor de la transparencia”, dijo la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en un comunicado.
El órgano del episcopado recordó también a los políticos que deben fomentar la confianza ante el pueblo, “que no quiere verse defraudado” e invita a orar por la patria “en estos momentos cruciales”.
Empresarios exigen celeridad en resultado
El Comité Empresarial Ecuatoriano pidió ayer al Consejo Nacional Electoral (CNE) que agilice el escrutinio y acelere el anuncio del resultado final de los comicios presidenciales.
En un comunicado, el gremio expresó su “profunda preocupación por la falta de celeridad en la entrega de resultados, en un momento en el que el país demanda certezas respecto del desenlace electoral del 19 de febrero”.
Ante ello, dicho comité “exige celeridad en el proceso electoral”, pues lo contrario, según asegura, deja “una sombra de duda sobre la transparencia absoluta e incuestionable que debe enmarcar un proceso de esta naturaleza”.