Ecos de la segunda vuelta…


Alfonso Espín Mosquera

Qué fastidio, qué candidatos y qué asambleístas. Si bien no llegaron los de la farándula, no es que estemos salvados, varios ganadores ya vienen de segundas y terceras “nupcias políticas”, como el coronel Cobo, que antes se rasgaba las vestiduras por Lucio Gutiérrez y ahora se abraza con Lasso, o como Pamela Aguirre, ‘Ay Pame’, que llora sin lágrimas. Solo son un par de ejemplos de la situación.
La mayoría de ganadores saben que no llegaron por méritos, sino por el voto en plancha en el que se eligen a buenos y malos, a justos y a pecadores. En este contexto nos viene una Asamblea muy paradójica: ¿cómo se sacarán “los cueros al sol”? ¿Cómo se dirán “vela verde”? ¿Qué no más se gritarán a la luz pública, aunque en interno fuera del show negocien nuestro futuro?
Las acciones políticas en pos de una curul parecen justificar todo, la lluvia de ofertas de uno y otro lado será abrumadora hacia la segunda vuelta. ¿Cómo oferta Lenín un bono de 150 dólares cuando estamos quebrados, sin trabajo y con una deuda inmisericorde? ¿Cómo hará Lasso para eliminar los 14 impuestos, cuando eso tiene que pasar por esa tigrera de la Asamblea? AP buscará los sectores populares, a quienes después una década de correísmo, la vida les es cada vez más dura y, por tanto, son proclives a las dádivas, al paternalismo sin medida, similar al de Venezuela, donde no importa tener trabajo, sino lograr algo para llevarse a la boca, en medio de una pobreza que lleva a la delincuencia y la inseguridad.
El arreglo para un pueblo empobrecido viene cuando se gana el sustento con un trabajo honrado. Que no nos engañen ofreciendo el “oro y el moro” aquellos que, descaradamente, después de diez años en el poder ofrecen arreglarlo todo en cuatro. Mejor sería que se arrepientan y se escondan.


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