La Tregua

Es el título de una bien lograda novela de autoría del escritor uruguayo Mario Benedetti. Fue publicada en 1960 y su éxito fue enorme, al punto de tener dos adaptaciones cinematográficas. Su argumento despierta enorme interés desde la primera página y deja la sensación en el lector de haber encontrado una valiosa historia que da numerosas pistas para enfrentar la rutina que carcome a zarpazos la vida del ser humano, y la diluye en rígidos y repetitivos horarios, en agobiantes faenas laborales, en innumerables preocupaciones, y en infaltables angustias económicas, que distraen al individuo hasta el olvido, de aquellas actividades que particularmente lo hacen feliz.

El protagonista es Martín Santomé, un correcto empleado del área de finanzas de una empresa importadora de automóviles de Montevideo que, a través de su diario personal, narra su opaca, monótona y complicada vida, acontecida entre los años 1958 y 1959. Santomé es un viudo recatado de 49 años que anhela jubilarse (le faltan 6 meses y 28 días) y paralelamente un padre de tres hijos adultos, con quienes mantiene una difícil y escasa relación a causa de su obsesión por el trabajo, y como consecuencia del exagerado individualismo juvenil que impone barreras a cualquier “intromisión paternal”.

Aquel panorama cambia con la llegada de Laura Avellaneda, una joven de 24 años, quien por corto tiempo brinda una luminosa tregua a la grisácea vida del oficinista Santomé, marcada por la cotidianidad, la frustración y la falta de perspectiva, características muy comunes en la clase media urbana de nuestra América Latina.

Si alguna vez los amables lectores han tenido la sensación de que el tiempo transcurre muy aprisa, que la existencia se evapora vertiginosamente con la rutina laboral, y que el mapa de vida no está claro, les recomiendo leer esta aleccionadora novela. (O)