¿Qué es lo que queremos?

POR: Ramiro Ruiz R.


Queremos salir de la pobreza y del subdesarrollo. Para caminar por este sendero es necesario derrotar al populismo. En la actualidad el comunismo es una ideología secundaria. Sus seguidores son grupos minúsculos que se quedaron en los costados de la vida social. Pero el populismo es la dolencia.


Estábamos convencidos que la desaparición del comunismo reforzaría la democracia liberal que se extendería por el mundo, pero ha surgido la amenaza del populismo. Se trata de una enfermedad infecciosa que ataca a sociedades desarrolladas y atrasadas. Utiliza máscaras de derechismo en países del Primer Mundo y de izquierdista en el Tercer Mundo.


¿Qué es el populismo? Una política irresponsable y demagógica de unos cuantos gobernantes que sacrifican el futuro de un país por un presente fugaz. Por ejemplo, creando 50 ministerios y secretarías que alimentan a más de 600 mil burócratas. Endeudándose con China y pagando con petróleo y el interés del 7%.


Se terminó la bonanza de un ingreso de 300 mil millones, inversiones de 30 mil y la correspondiente seguridad económica de empleados públicos y la corrupción de un número de directivos y autoridades todavía encubiertas.


En América Latina, gobiernos como del Ecuador, Nicaragua, Bolivia, se vanaglorian de anti imperialistas, pero son la personificación del populismo. Se cuidan de nacionalizaciones masivas, del colectivismo y estatismo económicos, y saben del desastre de estas políticas.
Consideran a la prensa como el peor enemigo del progreso y han creado sistemas de control, directo o indirecto para someterla. En Ecuador se aprobó la Ley de Comunicación más antidemocrática de América Latina.


La política dividió al país. Por un lado la sociedad culta, cosmopolita, educada, moderna; del otro, la más primitiva, aislada, que vive el pánico de abrir fronteras, y el espanto de la revolución de la comunicación y la globalización.


La derrota del populismo le dará la administración irresponsable, el derroche, la corrupción y los graves problemas políticos y económicos.


Dice Fernando Savater: Permíteme una paradoja, de esas que me gustan: creo que el comunismo ha sido muy útil en los países capitalistas; donde en cambio ha funcionado fatal es en los países comunistas. Hoy en día, ni el liberalismo puro ni mucho menos los puros colectivismos comunistas o socialistas despiertan ya ninguna confianza.


Uno de los problemas es que los hombres no sabemos lo que necesitamos porque no sabemos lo que queremos. Queremos un país democrático, personas con mucho trabajo, que gocen de las libertades, el respeto y la dignidad. Sólo esto.