Ojo seco ciudadano…

El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, una marcha femenina fue al centro norte de Quito, al con gritos en contra del régimen y reclamos por las libertades conculcadas y la democracia venida a menos. Llegaron hasta la Fiscalía para exigir transparencia a los procesos de justicia, solicitar los nombres de los implicados en el caso Odebrecht y al menos una actitud que indique el interés del Fiscal por poner orden en tanto caso que se ventila e imparcialidad en sus actos.


Bien por las mujeres que ese día levantaron su voz por todos, pero después de tantas experiencias malévolas, como las que hemos pasado en nuestra vida política. Tal el caso del periodista de Radio La Luna, Paco Velasco, que nos ayudó a los ciudadanos a salir al aire para convocarnos contra un gobierno detestable y que decía en sus micrófonos que jamás lo veremos inmerso en el gobierno venidero. En la primera oportunidad fue asambleísta, ministro y hasta logró vender la radio.


Podríamos revisar nombres y solo recibiríamos frustración y desengaños. Bien por las mujeres, pero a no poner las manos al fuego por nadie, pues todos debemos apoyar la dignidad democrática en contra de un gobierno dictatorial que nos ha llevado a la miseria, pero también tendremos que estar vigilantes de las acciones de la nueva administración.


Derrotemos primero a la tiranía que nos oprime y después convirtámonos en veedores atentos a cualquier manifestación de vicio o corruptela. Serán necesarias normas y fiscalización pero, fundamentalmente, un accionar social presto a movilizarse para exigir que los asambleístas de AP, que son bastantes, trabajen por el bien del país y no por sus mezquinos afanes de boicotear las acciones de un nuevo gobierno que empezará con saldos fatales, resultado de lo vivido en diez años.


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