ATILIO RUGEL ALBÁN
“Lo pasado a huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”, Proverbio Árabe. A pesar de que no se había pronosticado el fenómeno de El Niño por parte del Inamhi, nuestra Patria se ha visto sorprendida por un fuerte invierno en los tres primeros meses de 2017, que una vez más acentúa las debilidades que en infraestructura tenemos, a lo que se suma la intemperancia de familias que desesperadas por no poseer un pedazo de tierra para levantar casas en zonas que es prohibido construir, de acuerdo con el estudio de suelos y las inundaciones, que origina el desbordamiento de los ríos.
Esto conlleva a que numerosas familias se queden sin hogar y pierdan sus enseres producto del trabajo de muchos años, porque el deslizamiento de montañas que arrastra toneladas de lodo y rocas, caídas de árboles que destruyen casas por efecto de rayos que se operan en torrenciales lluvias, destrucción de puentes, corte de carreteras y pérdidas enormes de cosechas que dejan endeudados al hombre del agro, con los brazos cruzados. Pienso que nadie es ajeno a esta realidad, de allí que las autoridades de la Secretaría de Gestión de Riesgos y algunas prefecturas han declarado en emergencia a Esmeraldas, Guayas, Santa Elena, Manabí y otras provincias que están con alerta naranja, porque el nivel de las precipitaciones rebasó todos los cálculos, habiendo destruido 3.798 viviendas y 397 personas damnificadas entre los datos que se hacen conocer, cifras que a no dudarlo pueden aumentar por la crudeza del invierno.
Entendemos que no es tarea fácil reubicar de forma inmediata a los afectados por los trámites burocráticos que se dan y en Esmeraldas tenemos el ejemplo de Tabete, que luego de los deslizamientos de una montaña tuvieron pérdidas humanas y de casas, y han pasado más de dos años de larga espera para que recién se les entregue los terrenos, ahora con la esperanza de que se les ayude a construir sus casas y con un aporte económico para iniciar sus tareas agrícolas. Son innumerables las vías que han sido interrumpidas y que afectan a varias provincias del país como El Oro, Loja, Los Ríos, Santo Domingo, Bolívar, Manabí, Pichincha y Esmeraldas. Que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y las prefecturas de cada provincia de manera urgente, procedan a reparar los daños que afectan a todo el país al quedar incomunicados y que obliga a tomar vías alternas que no están en las mejores condiciones.