Dos modelos de Gobierno


POR: Ramiro Ruiz R.


Todos los días escuchamos en los noticieros los problemas económicos que afronta el país. Esperamos en pocas semanas las elecciones presidenciales y la gente todavía no descubre las causas de la crisis económica. Una parte de ecuatorianos está extasiada con las ofertas de Lenín Moreno. Votarán por AP en agradecimiento por el cargo de un hijo o pariente, o por la casa que les entregaron cuando uno de los familiares sufre de pobreza y discapacidad.
Hace 10 años el Gobierno recibió el poder con altos precios del petróleo, 60 dólares por barril, el doble cuando comenzó la dolarización. La cotización máxima alcanzó a 100 dólares en el 2012.
Con ese monto gigantesco el Gobierno construyó grandes obras, hidroeléctricas, mejoró carreteras, aeropuertos, escuelas, hospitales y puentes. Fortaleció el comercio interno y el consumo gracias a la inversión pública.
El gasto público en la economía pasó del 24% en el 2006, al 44% en el 2013. Significa que hace 10 años, de cada 100 dólares se destinaba 24 al gasto. Pero se incrementó a 44 de cada 100. Aumentó los sueldos de la burocracia, contrató más personas, algunas innecesarias, y multiplicó instituciones públicas, de 14 ministerios a 50 entre ministerios y secretarías.
El comercio externo disminuyó, y la producción disminuyó. El Gobierno se concentró en el mercado interno y limitó las importaciones para proteger la producción nacional y la salida de dólares. No se firmó ningún acuerdo de libre comercio.
Las circunstancias cambiaron desde el 2014. El precio del petróleo cayó y el Gobierno se endeudó y sigue endeudándose para así mantener el gasto público. No hay inversión y la actividad económica está paralizada.
El candidato Lenín Moreno propone un Estado poderoso como hasta ahora, que controla especialmente las áreas estratégicas, la producción, el emprendimiento y el empleo, la justicia, la política, el Seguro Social. El Estado no puede controlar todas las instituciones de la sociedad. Este control imposible ha sido una de los causantes de la avalancha de corrupción.
Otro modelo consiste en enfocar las funciones indispensables del Estado, que se limitan a solucionar los problemas de salud, educación, seguridad, defensa y justicia.
El partido de la oposición propone un Estado con poderes limitados. Reactivar la producción con una economía libre y competitiva. Facilitar oportunidades. Un país justo, solidario, de respeto a las libertades. Proteger los sectores sociales débiles y pobres. Un Estado que defienda la independencia de poderes. Cada ecuatoriano debe decidir el modelo que mejor conviene al país para salir del subdesarrollo.