Por la democracia

Franklin Barriga López

Un proyecto digno de ser resaltado, por sus características y trascendencia, comenzará a ser realidad el presente mes, en Panamá.


En Amador, cerca y al sur del casco histórico, zona pintoresca y paseo turístico enmarcado por palmeras y mar, se iniciará la construcción del museo de la democracia: cinco edificios, con plazas y memoriales, biblioteca, aulas, salas de exposiciones, auditorio equipado con tecnología de punta, con inversión que se acerca a los 16 millones de dólares que serán aportados en un 40% por el Gobierno y el resto por la empresa privada.


En este sitio de puertas abiertas para todos, orientado al debate y a la reflexión, catalogado como enorme aporte para las actividades culturales y educativas, se rendirá culto a los valores democráticos y sustanciales de la humanidad, por eso se ha denominado desde ya a los referidos pabellones como transparencia, memoria, justicia, libertad y tolerancia. Se complementará este magnífico conjunto con un paseo al aire libre que se llamará de los Derechos Humanos.


Esta iniciativa merece el mayor de los reconocimientos debido a los principios que entraña y proyecta, aún más si se considera que siempre la democracia está en la mira de los totalitarios, para destruirla e instaurar regímenes opresores y vitalicios, incluso dinásticos, por eso es imprescindible respetarla, valorarla, cultivarla y defenderla en todo instante.


Emprendimientos de esta naturaleza consolidan a la democracia y posibilitan mejores caminos a la civilización, mediante la forja de una plena conciencia ciudadana, a fin de que déspotas, demagogos y corruptos no lleguen al poder sino los mejores ciudadanos, de mente equilibrada, capacidad indiscutible, manos limpias y genuino patriotismo.


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