El Camino del Inca, un lugar con gran riqueza arqueológica

DETERIORADAS. Pocas piedras talladas y en forma cónica que están dispersas se pueden encontrar en el recorrido.
DETERIORADAS. Pocas piedras talladas y en forma cónica que están dispersas se pueden encontrar en el recorrido.

En este sitio funcionaba un rincón de adoración al Sol, el mismo que fue desapareciendo con el paso del tiempo.

TUNGURAHUA, LA HORA

Uno de los lugares importantes para el cantón Píllaro se encuentra en el sector de Huapante como testigo de los antiguos habitantes. Se trata de Qhapaq Ñanan.

No todos los pueblos tienen la oportunidad de contar con esta magnífica fortaleza histórica que, al ser aprovechada, sería el primer parque arqueológico de Tungurahua por todo lo que encierra este sitio.

Este rincón está a 8 km de Píllaro, sector Huapante la Playa, antes de las piscinas Municipales.

La palabra qhapaq ñanan significa camino antiguo, ruta por donde transitaban los habitantes que vivieron en este sector. “Lo importante es reconocer y dar el respectivo mantenimiento de una ruta que unía a los diferentes pueblos que existían”, manifiesta el historiador y docente Luis Alberto Lara.

El Qhapaq Ñanan es de gran importancia, siendo un testimonio vivo de quienes lo utilizaban diariamente y un indicador de que aquí vivieron grandes comunidades, que habitaron desde hace muchos siglos.

El camino antiguo tiene un valor histórico por todo lo que posee, demostrando su ingenio, trabajo, costumbres, legados, ceremonias y arquitectura.

LUGAR. Aún están los vestigios de piedra donde hace más de 700 años existía un centro de adoración al Taita Inti (Padre Sol) del pueblo Puruhá.
LUGAR. Aún están los vestigios de piedra donde hace más de 700 años existía un centro de adoración al Taita Inti (Padre Sol) del pueblo Puruhá.

Investigaciones

Según las investigaciones realizadas por el arqueólogo Luis Lara, Qhapaq Ñan encierra toda la historia que comprueba la existencia de un grupo grande de habitantes, específicamente de la cultura Puruhá, que de acuerdo con datos corresponde a 500 años a.C y 1500 d.C, es decir hasta la llegada de los españoles.

“La ruta, denominada por los investigadores como el Camino del Inca, para nosotros viene a ser el testigo de que uno de los pueblos más antiguos de Ecuador estaba ubicado en el cantón Píllaro”, señala Lara.

En el camino antiguo se puede observar como testigo vivo de la gente que habitó en este lugar a una fortaleza trabajada y tallada en piedra.

En la parte superior de esta edificación antiguamente existía una especie de patio, donde hacían ritos, ceremonias, danzas, ofrendas, además de ser un espacio de vigilancia por los soldados puruháes.

En el sitio, cientos de fragmentos de cerámica rudimentaria están esparcidos en la propiedad de Juan Orozco. Son restos de vasijas, platos, ollas de barro que se destruyeron en los saqueos de varias tumbas o con el uso de tractores que echaron abajo parte de estas estructuras hechas en piedra.

El propietario menciona que por su terreno atraviesa el Qhapaq Ñanan o Camino del Inca, que guarda una riqueza arqueológica. Indica que las paredes se desmoronan poco a poco ante la falta de mantenimiento.

“Hay gente que en la noche realiza las excavaciones, durante el día cuidamos para que no destruyan este patrimonio. Sería importante que las autoridades del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y del Municipio nos ayuden con la construcción de un parque arqueológico”, comenta Orozco.

Asimismo, menciona que precisamente hay un tramo de 3 km que cruza por el sector de Huapante. Orozco cuenta que cerca de su terreno aún están los vestigios de piedra donde hace más de 700 años existía un centro de adoración al Taita Inti (Padre Sol) del pueblo Puruhá.

Inspecciones

Luis Lara hizo un recorrido por el lugar. El experto dice que había varias ramificaciones del Camino del Inca y el principal comunicaba a Sigchos, Pujilí y Panzaleo (Cotopaxi), Guapante, San Andrés y Huaynacuri (Tungurahua) y con el Cerro Hermoso en Los Llanganates, en el oriente. “Eso significa que los puruháes tenían relación con los panzaleos”.

Cuenta que donde se construyó la Plaza de la Resistencia, en Huaynacuri, en el barrio San Jacinto de la parroquia San Miguelito, fue otro centro de adoración de la Reina Choa Sanguíl.

Lara se lamenta porque el Qhapaq Ñan está en proceso de destrucción. Por eso apoya la idea del Municipio y del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de que en el lugar se construyan los parques de la familia y de la arqueología de Tungurahua.

Es por eso que piensa realizar el rescate del Camino del Inca, tomando en cuenta que muy pocos destinos en Ecuador tienen la oportunidad de tener ruinas arqueológicas que hablan de un pasado de los antiguos pobladores, como son en este caso los puruháes, una de las principales culturas que poblaron este cantón y provincia. (DA)

EL DATO

Si se declara al Qhapaq Ñan como parque arqueológico, sería un centro de investigación.