Freddy Rodríguez
Luego del éxito que tuvo en sus anteriores acciones judiciales en contra de la prensa, el ex mandamás ha tenido su primer revés en su infatigable cruzada iniciada hace diez años para acorralar y amedrentar a quienes osaron contradecir su santa voluntad y criticar sus desafueros.
Tristemente célebres son los casos legales planteados en contra del diario El Universo, condenado a pagar la bicoca de cuarenta millones de dólares, luego de un tumultuoso proceso cuyo epílogo fue la famosa sentencia dictada por el juez luego de una noche de insomnio, en la cual se leyó miles de páginas, apoyado eso sí por un adminículo denominado “chucky seven”, proporcionado, según se rumora, por algún comedido que ayudó a redactar la inicua sentencia.
Les tocó el turno a Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, acusados de haber ofendido al entonces excelentísimo Presidente, por haber osado afirmar en un libro que aquel conocía de los contratos suscritos por su no menos famoso hermanito; en este juicio, la sentencia fue de apenas dos millones de dólares.
Estos casos, obviamente, causaron un gran revuelo a nivel mundial, ya que no entendían cómo pueden unos jueces aceptar estas descabelladas demandas, y ordenar pagar tan escalofriantes sumas. Evidentemente acosado por la opinión pública, y mostrando una falsa magnanimidad, el ex jefe de todos los jefes “perdonó” a sus supuestos calumniadores, pero ese afán enfermizo de enjuiciar por quítame esas pajas continuó, y les tocó el turno ya no a periodistas, sino a Pablo Chambres y Gerardo Portilla, veedores designados para igualmente investigar el caso del “Gran Hermano”, condenados por falso testimonio.
El último capítulo de esta malsana costumbre, es el juicio también por injurias planteado en contra del periodista Martín Pallares, por un artículo que escribió en “4Pelagatos”, en el cual Pallares construye una situación hipotética, para graficar la disparatada defensa que realizó el ex Presidente de su ex Ministro Mosquera. Para bien del país y de la decencia, el ex jefe perdió su invicto, el juez rechazó la demanda, y esperamos que la larga noche de la metida de mano a la justicia haya llegado a su fin.