Mortal accidente remueve el debate sobre la seguridad en las vías

14 murieron y hay 30 heridos. La cooperativa La Maná fue suspendida y Gobierno promete reformas legales.

La suspensión inmediata y por un plazo indefinido de la cooperativa de transporte La Maná fue una de las primeras acciones que resolvieron ayer las autoridades, tras la tragedia ocurrida a las 22:44 del viernes en el kilómetro 30 de la vía Alóag-Santo Domingo. En el dramático accidente murieron 14 personas y 30 resultaron heridas, luego de que el bus chocara y se incendiara.

El automotor involucrado, de placas XAG-255, disco 45, salió del terminal Quitumbe, en Quito, sin revisión técnica actualizada y así circulaba por una de las vías más peligrosas del país. Además, el conductor, que resultó muerto, acumulaba 52 infracciones en los últimos años, reveló el director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), Pablo Andrés Calle.

Pero eso no fue todo. Señaló que propondrán reformas legales para evitar que personas con este tipo de antecedentes sigan tras un volante de la transportación pública.

En una rueda de prensa, acompañado de los ministros del Interior, César Navas; de Salud, Verónica Espinosa; de Inclusión, Iván Espinel; y de Transporte, Paúl Granda, el funcionario resaltó que “es la primera vez que se suspende de manera total” a una cooperativa. “Este vehículo jamás debió estar circulando en las vías de Ecuador”, adujo.

16
heridos habían sido dados de alta hasta la tarde de ayer. Granda agregó que se pedirá un informe a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de Quito sobre por qué se permitió salir a ese vehículo desde la capital. Granda habló de que en lo que va del año se ha incrementado en un 5% el número de fallecidos por accidentes de tránsito en el país, en su mayoría por exceso de velocidad, aunque en este caso la hipótesis apunta a una “impericia del conductor”.

Gustavo Baroja, prefecto de Pichincha, indicó que el estado de la carretera no tuvo nada que ver con lo ocurrido.

IMAGEN. Así quedó el bus de la cooperativa La Maná.
IMAGEN. Así quedó el bus de la cooperativa La Maná.
DOLOR. Algunos familiares de los fallecidos debieron recoger los cadáveres de la morgue de Machachi.
DOLOR. Algunos familiares de los fallecidos debieron recoger los cadáveres de la morgue de Machachi.

El clamor

Al hospital del Seguro Social de Quito, a donde fueron derivados cinco de los heridos llegó la ministra de Salud, Verónica Espinosa y se topó con una madre que no tenía consuelo. “¡Devuélvanme a mi hijo!”, “¡devuélvanme a mi gordito”. Eran los gritos de María Fernanda Cabrera, de 35 años, por la pérdida de un hijo de 7, mientras el otro, de 9, también recibía atención por lesiones.

Por disposición del presidente, Lenín Moreno, quien en su cuenta de Twitter extendió sus condolencias a las familias de las víctimas, las autoridades anunciaron que se instalará una mesa de diálogo para definir una estrategia contra los accidentes en las vías.

Las historias comenzaron a surgir. Luis Valladolid perdió a su hija. Narró con la voz entrecortada que el último contacto que tuvo con Marta fue a eso de las 20:00. Ella le indicó que llegaría a Santo Domingo a eso de las 23:00.

La familia planeaba reunirse en la provincia Tsáchila y celebrar un reencuentro después de meses de no haberse visto, pero a eso de las 22:00 Valladolid recibió una llamada de su yerno, quien también viajaba en el bus. Él se encargó de darle la fatal noticia.

El hecho

Irreconocibles. Esa era la palabra que utilizaban los deudos para describir a los cadáveres que quedaron carbonizados luego del accidente.

Paco Erique, médico legista del Departamento de Criminalística, explicó que para la identificación de los cadáveres se harán pruebas científicas en el laboratorio forense. Un cotejamiento de ADN será clave saber a quién corresponden los restos afectados. “La identificación morfológica a simple vista es imposible”, dijo el perito.

Pasado el mediodía de ayer, los cadáveres fueron trasladados en la ambulancia de Medicina Legal desde Machachi a Quito para hacer la diligencia.

Erique no precisó el tiempo que tomarán los exámenes, pues, según dijo, son procesos complejos con protocolos forenses.

Las autoridades barajan una hipótesis sobre las posibles causas. Una de ellas, basada en el testimonio del ayudante del conductor, quien resultó herido, apunta a que otro vehículo fue el causante.

52
infracciones de tránsito acumulaba el conductor del bus. El suboficial Héctor Miño, encargado de la Policía de Tránsito del cantón Mejía, dijo que de acuerdo con esa versión una camioneta que circulaba en sentido Alóag–Santo Domingo intentó rebasar al bus, pero que se encontró de frente con un tráiler que iba en sentido contrario. Para no estrellarse de frente, se metió delante del bus y el chofer no logró frenar e impactó a la camioneta. Ese golpe le habría hecho perder el control y estrellarse contra las vallas de seguridad junto a la vía.

Aparentemente, las chispas que salieron por la fricción de los fierros saltaron hasta una bomba de combustible del motor y esto, posiblemente, ocasionó la explosión.

Miño informó que el bus salió de Quito a las 18:30 del viernes con 45 pasajeros con destino a La Maná y no descartó que el conductor haya recogido a más personas en la carretera. La mayoría de los pasajeros iban a desembarcar en Santo Domingo.

Justo Pincay, presidente de la cooperativa La Maná, aseguró que el bus había pasado todos los chequeos en la revisión técnica vehicular que se hace anualmente, lo que fue desmentido por las autoridades por la tarde. Agregó que el conductor, quien también está entre las víctimas mortales, era capacitado y tenía experiencia. (RVD/FLC)