Familias descendientes de migrantes de la Sierra mantienen sus tradiciones religiosas en Esmeraldas.
ESMERALDAS, LA HORA
Mucha gente llegó a Esmeraldas, proveniente de provincias de la Sierra como Cotopaxi y Tungurahua hace varias décadas. Ellos trajeron sus costumbres y creencias religiosas que, aun después de tantos años, se mantienen vivas entre los más jóvenes.
Una de estas es la devoción por San Buenaventura, un sacerdote italiano llamado cariñosamente por los fieles religiosos como ‘El Doctorcito’. En Latacunga una parroquia lleva su nombre. El sitio es también denominado el Huerto de Latacunga por el cultivo de hortalizas y legumbres.
Luis Martínez(+), oriundo de Ambato, era devoto de esa figura religiosa. Hace aproximadamente medio siglo, cuando arribó a Esmeraldas, se convirtió en promotor de las festividades en honor al santo en esta localidad.
Aquí echó raíces y son sus descendientes quienes con la ayuda de otras familias como los Ronquillo, Zuquillo, Gómez y más mantienen la celebración.
Inicia con un pregón
Las actividades empiezan con un pregón que sale desde el sector de Aire Libre, recorre la avenida José Joaquín de Olmedo para llegar a la calle Simón Bolívar. De ahí regresan por la Juan Montalvo para tomar la Olmedo y concluir en la 9 de Octubre y Eloy Alfaro, donde viven los Martínez.
Anualmente, las conmemoraciones se realizan entre el 14 y 25 de julio, considerando que en ese mes se recuerda al santo en la parroquia cotopaxense, donde nació la devoción. “En Esmeraldas se lo hace también como preparativos para las conmemoraciones cincoagostinas por la Independencia Política, el 5 de Agosto”, refirió Jorge Martínez, hijo de Luis.
Trajes tradicionales
En el pregón participan jóvenes y adultos descendientes de migrantes de la Sierra. Los varones usan los habituales trajes de los chagras del páramo y las mujeres lucen coloridas faldas para presentar comparsas al ritmo de sanjuanitos.
“Ellos representan la alegría de la mujer acompañando al hombre en sus labores”, agrega Martínez.
Al ritmo de una banda de pueblo traída desde Latacunga, los caminantes muestran su cultura y fortalecen sus lazos de hermandad. Con entusiasmo, comparten un vaso de chicha que damas como Sonia Morejón, cuyos padres eran de la Sierra, reparte entre los caminantes. “Nosotros recordamos nuestras raíces de esta manera”, expresó Morejón.
Mientras los más jóvenes participan en la comparsa, otros llevan en brazos la imagen del venerado santo. La figura que encabeza el pregón es la misma con la que se inicia la tradición hace aproximadamente 40 años y que fue traída desde Latacunga.
Hacia la capilla
Después de culminar el recorrido, retornan a la capilla del Santo en Sagüe, parroquia San Mateo, donde permanece todo el año. Las festividades de esa comunidad tienen como patrono al personaje religioso.
Ese amor por las manifestaciones culturales propias de zonas andinas es lo que Martínez quiere que perdure, como fuera el anhelo de su padre.
“Siempre pregonamos nuestra identidad cultural, sabemos de donde venimos y a donde vamos”, enfatiza. (JSG)
Historia de Juan da Fidanza
Juan da Fidanza, conocido como San Buenaventura, nació en Bagnoregio, Toscana, Italia, en 1218 y murió en Lyon, el 15 de julio de 1274. Fue un santo y místico franciscano, obispo de Albano y cardenal italiano que participó en la elección del papa Gregorio X. Fue discípulo de Alejandro de Hales y llegó a ser General de la Orden Franciscana.
El papa Sixto IV le canonizó en 1482. En 1588 le proclamó doctor de la iglesia Sixto V, asignándole el título de Doctor Seráfico. El sapientísimo León XIII le declaró príncipe de la mística. Y Pío XII exhortaba a los cultivadores de las ciencias eclesiásticas con palabras de San Buenaventura a unir el estudio con la práctica y la unción espiritual.